Esta asociación sugiere promover campañas de prevención para reducir el consumo del alcohol, programas de rehabilitación de alcohólicos y fabricar coches con dispositivos que impidan que el conductor arranque, si está ebrio, entre otras.

Arnaldo se mostró convencido de qe éste es un problema que no podrá resolverse con medidas sancionadoras. "Nuestra legislación únicamente contempla medidas represivas, pero no prevé tratamientos para comprobar si los automovilistas son adictos al alcohol", subrayó.

Por su parte, fuentes del Comisariado Europeo del Automóvil declararon a esta agencia que la reducción de la tasa es una medida importante, y agregaron que "debemos incidir en que beber alcohol puede tener consecuencias económicas, jurídicas e incluso morales para el condutor".

A su juicio, esta concienciación debe realizarse con programas de seguridad vial en los colegios y también desde las autoescuelas.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó el año pasado 1.637.491 controles de alcoholemia, en los que 58.890 conductores dieron positivo, lo que supone un incremento del 14% con respecto a 1997.