En la séptima oleada de este estudio se ha realizado un análisis de 100 noticias que se publicaron en 2021 sobre infancia y adolescencia con el objetivo de “apoyar a los profesionales de los medios de comunicación en la difícil labor de informar sobre niños, niñas y adolescentes con un enfoque de derechos”.

El trabajo, en cuya elaboración participan periodistas especializados en información social e infancia y abogadas de familia, examina y evalúa seis criterios, tres de los cuales son recurrentes en cada edición (los titulares, el cuerpo de las noticias y las imágenes o recursos gráficos publicados), mientras que los otros tres se escogen entre los consejos recogidos en el código ético periodístico para la infancia vulnerable elaborado en 2014 por Aldeas Infantiles SOS y la FAPE.

En esta edición, se valoró si la noticia protege el derecho de los niños y adolescentes a la privacidad, el honor y la propia imagen; si contribuye a crear conciencia sobre sus necesidades y derechos; y si evita caer en estereotipos y categorías sociales que puedan suponerles un estigma.

A partir de estos parámetros, la nota media obtenida es de 4,02 sobre 5, un resultado inferior al 4,24 obtenido en 2020. El criterio de contribuir a crear conciencia sobre las necesidades y los derechos de los menores obtuvo la mayor puntuación, con 4,43 de media, mientras que las imágenes y la protección del derecho a la privacidad, el honor y la propia imagen recabaron las notas más bajas: 3,58 y 3,74, respectivamente.

La nota del resto de criterios fueron los siguientes: los titulares (4,14), los cuerpos de las noticias (4,03) y evitar caer en estereotipos y categorías sociales que supongan un estigma para la infancia (4,20).

A partir de estos resultados, el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig, observó que “un año más se confirma el rol de los medios para situar a la infancia y la adolescencia en la agenda social, crean conciencia sobre sus necesidades, denunciando las vulneraciones de sus derechos y abordando las realidades de las minorías”. Por ello, reclamó “una mayor cobertura de la violencia contra la infancia, con el fin de incrementar la sensibilización de la sociedad al respecto”.

Por otro lado, el informe pone de manifiesto la importancia de “continuar avanzando en materia de derechos, otorgando a los niños, niñas y adolescentes un lugar en los medios, tanto dándoles voz para que puedan expresar sus inquietudes y opiniones como tratándoles como potenciales lectores, garantizando así su derecho a estar informados”.

Por su parte, la infancia vulnerable en los medios de comunicación realiza anualmente un seguimiento pormenorizado de alguna de las temáticas más destacadas en el periodo estudiado, por su relevancia y el número de artículos publicados. En 2021 el análisis se centró en las noticias relacionadas con los menores migrantes no acompañados, al albur de las crisis migratorias de Ceuta y Canarias.

Las conclusiones de ese seguimiento concluyeron que el tratamiento de estas informaciones fue “irregular”, ya que a pesar de que se observó una “mejora sustancial”, con “artículos que aportan contexto y ayudan a desmontar estereotipos”, se siguen publicando otras noticias con “enfoques y términos degradantes que abusan del acrónimo ‘mena’ y otras etiquetas discriminatorias que favorecen en el imaginario colectivo la asociación de los jóvenes migrantes no acompañados con la delincuencia”.

También incidieron en el hecho de que “no respetar la privacidad de estos niños, niñas y adolescentes puede suponer para ellos un perjuicio, tanto en el presente como en el futuro”.