Así lo aseguró en una entrevista en Servimedia donde argumentó que, con la entrada en vigor de la nueva ley educativa, la Lomloe, “lógicamente” hay “una nueva forma de enseñar, una nueva forma de aprender y una nueva forma de evaluar basada en competencias”, por lo que “la nueva prueba de la EBAU también tiene que evaluar de esa nueva forma”. “Todos los cambios necesitan un tiempo de adaptación y una gradualidad”, indicó.

Precisamente, la ministra subrayó que cuando habla con profesores le trasladan ‘inputs’ “positivos” tras el arranque de la aplicación de la Lomloe en este curso, pero reconoció que la Administración tiene que “ayudar” al desarrollo “gradual” de la ley. Asimismo, recordó que el desarrollo de la ley educativa por parte de las comunidades autónomas “nunca debe entrar en colisión con la normativa básica aprobada en el Congreso de los Diputados”.

ESTATUTO DEL DOCENTE

La responsable de las políticas educativas del Gobierno también se refirió a las “más de 30 reuniones” que ha mantenido con sindicatos y otras organizaciones del sector educativo para avanzar en el documento que propuso hace un año con 24 propuestas para mejorar la profesión docente.

“Ojalá ese documento nos lleve a esa petición histórica del Estatuto de la Profesión Docente, del que siempre hemos oído hablar de él, pero nunca ha sido efectivo”, añadió, para “poco a poco” ir “subiendo escaleras” en la mejora de la profesión. “Y ahí hay cuestiones muy importantes como la formación inicial o la formación permanente, que estamos trabajando con el profesorado y que, desde el luego, no nos gustará, y esa es la voluntad, al menos del Ministerio, de poder llegar a acuerdos favorables en esa dirección”.

Educación también trabaja en la Ley de Formación Profesional (FP), normativa que según la ministra “por sí sola casi justificaría una legislatura” y que se ha consensuado “con acuerdo y diálogo” con los agentes sociales, las fuerzas políticas (salvo el PP). “En los próximos meses”, comentó, se irán aprobando los decretos de su desarrollo “más inmediatos, de desarrollo de calendario y aplicación”.

Respecto a la FP, Alegría indicó que los fondos europeos están “ayudando mucho” a la ampliación de plazas de formación profesional y transformar grados de este tipo de formación e internacionalizarlos convirtiéndolos en bilingües y a la mejora de otras necesidades educativas, como el aumento de plazas públicas de 0 a 3 años.