Este alga tropical se introdujo accidentalente en las aguas de Mónaco en 1984 y comenzó a desarrollarse por las costas mediterráneas. A finales de 1992 ocupaba una extensión de 427 hectáreas, entre Niza y la frontera francoitaliana, y alcanzó la costa balear.

El Gobierno central y autonómico y la organización Greenpeace volcaron sus esfuerzos en limpiar la zona para evitar su propagación por la costa española.

Sin embargo, este año han vuelto a ser localizadas estas algas en una zona próxima a Cala d'Or (Mallorca), donde ya fue erradicad el año pasado.

Si continua aumentando la presencia del "alga asesina" en las aguas mediterráneas, puede llegar a afectar las cadenas alimentarias litorales y producir un grave impacto ecológico.

Por ello, las autoridades españolas, francesas e italianas han puesto en marcha un proyecto para estudiar, controlar y evitar la propagación del alga.

España aportará alrededor de 95 millones de pesetas, de los cuales el 48,2 por ciento proceden del programa comunitario Life y el 51,8 restante de la comunidades autónomas y el Gobierno central.

El proyecto contempla una campaña divulgativa que requiere la colaboración ciudadana para localizar la "caulerpa taxifolia". Ya se han editado 32.000 folletos en castellano y catalán para su distribución entre bañistas, cofradías de pescadores, clubes de submarinismo y buceo, puertos, establecimientos de material naútico, universidades y centros de la adminsitración central autonómica y local.

El folleto incluye un dibujo del alga y un teléfono (972-3 61 01) al que deben llamar las personas que crean verla. Además, aconseja no arrancar nunca el alga, ya que aumenta el riesgo de multiplicación, y sugiere introducirla en una bolsa de plástico para evitar su dispersión.