De esta manera, estos artículos no podrán presentar bajo ninguna forma referencias al ritmo o a la magnitud de la pérdida de peso a que puede llevar su consumo, ni a la disminución de la sensación de hambre, ni al aumento de la sensación de saciedad.

Sin embargo, el decreto hace una salvedad con los productos que, aunque no se ajustn a lo en él establecido, cumplan la normativa vigente en la fecha de su entrada en vigor. Estos alimentos podrán seguir siendo comercializados hasta el 30 de marzo de 1999.

La normativa aprobada hoy distingue entre productos destinados a sustituir la dieta diaria completa y a sustituir una o varias comidas de la dieta diaria.

Además de información sobre el valor energético, composición del alimento en cantidades medias e instrucciones de empleo, el etiquetado deberá hacer una mención expresa de ue el producto puede tener un efecto laxante y de la importancia de mantener una adecuada ingesta diaria de líquido.

Los productos sustitutivos de la dieta diaria completa, asimismo, incluirán una mención de que el producto proporciona cantidades adecuadas de todos los nutrientes esenciales para un día, así como de que el producto no debe consumirse durante más de tres semanas sin consejo médico.