Investigación
Las alteraciones de los regímenes de temperatura y precipitación provocan la mortalidad masiva de los anfibios
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Un trabajo en el que participaron científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (CSIC-Universidad de Oviedo-Principado de Asturias) y de la Asociación Herpetológica Española identificó que las alteraciones de los regímenes de temperatura y precipitación provocan la mortalidad masiva de los anfibios.
El estudio, publicado en la revista Current Biology y hecho como parte de la tesis doctoral de la investigadora del MNCN-CSIC Barbora Thumsová, reformuló la teoría de desajuste térmico que explicaba por qué enfermedades como la quitidriomicosis, que provoca el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, aumentan su virulencia.
Hasta ahora se pensaba que sólo era el aumento de la temperatura, sin embargo, se ha comprobado que es la interacción entre las alteraciones de las temperaturas y los cambios en el régimen de lluvias que provoca el cambio climático, los que producen la emergencia del hongo y también de virus autóctonos a los que se enfrentan numerosas especies de anfibios.
El análisis de casi 6.000 animales de España demostró que los anfibios adaptados a climas fríos y húmedos se infectan más con Bd durante los periodos anormalmente cálidos y secos, mientras que los anfibios adaptados a climas cálidos y secos muestran mayor infección por Bd durante los periodos anormalmente fríos y húmedos.
En el caso de los virus, los desajustes responsables de su proliferación anormal se producen en condiciones climáticas opuestas a las del hongo, lo que explica la reducida coexistencia temporal de ambos patógenos a pesar de su coexistencia espacial.
Thumsová explicó que esta es la primera vez que se demuestra que las anomalías de las precipitaciones, y su combinación con las de las temperaturas, “gobiernan este proceso, y que se confirma esta teoría para el caso de los virus que matan a los anfibios”.
El grupo responsable de este trabajo y colabora con gestores del medio ambiente para paliar la crisis de los anfibios. Algunas de las especies estudiadas en este trabajo, como la rana pirenaica o el sapo partero bético, son “auténticas joyas de nuestra fauna que rsisttierom durante millones de años sobre la Tierra y el cambio climático puede hacerlas desaparecer para siempre”, señaló Thumsová.
Asimismo, concluyó que, “por desgracia, las condiciones ambientales cambiantes afectan a todos medios, por lo que los anfibios no tienen ya donde refugiarse”.
(SERVIMEDIA)
01 Oct 2025
AGG/gja


