El joven marroquí explicó que los menores se prostituían porque no podían conseguir dinero de otra manera, y dij que Carlos Saldaña, el propietario del local que servía de punto de encuentro, el pub Arny, "nunca ha hecho daño a nadie".

Sin embargo, una vecina del edificio ubicado encima del pub eludió realizar declaraciones a los medios de comunicación, por temor a represalias, y se limitó a decir que "se veía venir algo así". Añadió que nunca vio a famosos entrar o salir del pub.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Amparo Rubiales, pidió hoy prudencia, cuidado y respeto a las personas presuntamente impicadas, hasta que la jueza decida levantar el secreto sumarial. "Toda prudencia es poca. No voy a decir ni una palabra más", sentenció.