Según AI, la celebración de este torneo en Arabia Saudí es "una operación de sportswashing o blanqueo deportivo que pretende ocultar el terrible historial de derechos humanos del país árabe". "Se enmarca en la estrategia llevada a cabo por las autoridades saudíes para mejorar su imagen pública", criticó.

"Arabia Saudí ejecuta más que nunca, utiliza los petrodólares para blanquear la imagen del país, mantiene a las mujeres como ciudadanas de segunda, persigue a la comunidad lgbti, encarcela a quienes protestan y aviva el conflicto de Yemen", denunció AI.

En su opinión, "la RFEF tiene la oportunidad de romper con el legado del ex presidente Rubiales, que terminó de empañar la imagen del fútbol español con su acto de violencia sexual contra la jugadora Jenni Hermoso, cuando la selección femenina logró alzarse con la Copa Mundial el pasado verano".

"Pedro Rocha, el nuevo presidente , puede utilizar el diálogo con las autoridades saudíes para pedir mejoras en derechos humanos", propuso, tal y como "aparece en los principios de la FIFA y en el Código ético de la propia RFEF".

Por ello, Amnistía le instó a hacer gestiones con las autoridades saudíes a favor de Salma al-Shehab, condenada inicialmente a 34 años de prisión (posteriormente se redujo a 27 años) por publicar unos tuits, y de Mohammad bin Nasser al Ghamdi, profesor retirado de 54 años, que fue condenado a muerte en julio de este año "por falsos cargos de terrorismo, a causa exclusivamente de su actividad pacífica online en Twitter y YouTube".