Lo hizo después de que la madre de Navalni haya comunicado que las autoridades rusas le han trasladado que sólo le entregarán el cuerpo de su hijo si es enterrado en secreto.

Ante esta situación, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, denunció que la actitud de las autoridades rusas únicamente tiene como fin “causar más sufrimiento a una madre que ya está afligida, negándole la oportunidad de enterrar a su hijo con dignidad y según sus propios deseos”.

Acusó a las autoridades rusas de causar la muerte de Navalni y dejó claro que “tarde o temprano sabremos toda la verdad y todos los responsables deberán comparecer ante la justicia”. En ese sentido, reiteró “al tratar de ocultar pruebas de sus crímenes”, únicamente consiguen infligir “malos tratos y sufrimiento adicional” a sus familiares y allegados.

Agnès Callamard atestiguó que “la cobardía del Kremlin es evidente” tras el fallecimiento del líder opositor ruso y deslizó que retener su cadáver “no es más que una débil estratagema para impedir” que sus partidarios “muestren su respeto y ejerzan su derecho a la disidencia pacífica contra un régimen que ha mostrado un trato despiadado a las voces críticas”.

Por todo ello, exigió a Rusia que entregue “inmediatamente” a la familia el cuerpo de Navalni, que accedan a la puesta en marcha de una investigación independiente para esclarecer la causa de su fallecimiento y la liberación inmediata de todos los detenidos por “llorar su muerte o protestar pacíficamente” tras conocer la noticia de su óbito.