“En 2019, los dirigentes de este país llegaron a un acuerdo con la Federación por el que abonarán 240 millones de euros por albergar la celebración de seis ediciones de este torneo. De este modo, la Supercopa se suma a una larga lista de competiciones deportivas con las que el régimen de Mohamed bin Salman trata de blanquear su imagen internacional y ocultar sus atroces vulneraciones de derechos humanos”, criticó AI.

Amnistía indicó que el fichaje de Cristiano Ronaldo por un equipo saudí se enmarca dentro de esta misma estrategia y lamentó el silencio del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que ha rehusado reunirse con AI.

En un comunicado, Amnistía ofrece 10 datos sobre lo que denuncia como violaciones de derechos humanos cometidas por Arabia Saudí, como las detenciones de activistas por los derechos de la mujer o del colectivo Lgtbi; el encarcelamiento de periodistas; los crímenes ocurridos desde 2015 en la guerra de Yemen (Arabia Saudí lidera la coalición); los asesinatos de Estado, como Jamal Kashoggi en la embajada saudí de Turquía, y las detenciones y expulsiones colectivas de trabajadores etíopes.

Hasta 26 periodistas encarcelados; 128 ejecuciones en 2022; 30.000 trabajadores etíopes detenidos para su expulsión; 34 años de cárcel para una madre saudí que, de visita en su país, tuiteó a favor de los derechos de la mujer; 20 años de condena a un trabajador de la Media luna Roja, y 500 latigazos a un activista Lgtbi son, según Amnistía, algunos de los datos que ilustran el comportamiento de este régimen.