Elaborada junto a la agencia la Despensa, esta iniciativa busca implicar a las swifties' (así se llaman los fans de Taylor Swift) en la defensa de los derechos humanos. La cantante tiene 284 millones de seguidores en Instagram, lo que equivale al 3,5% total de la población mundial.

Según Amnistía, este dato fue el pistoletazo de la campaña Human Rights Bracelets, basada a su vez en un estudio de la Universidad de Columbia que señalaba que, si el 3,5% de la población se une, se puede generar un cambio real en el mundo.

“En Amnistía Internacional sabemos que los cambios que permiten a la humanidad avanzar en justicia y libertad se suelen dar cuando un número significativo de personas los apoyan", indica la organización, que busca llegar así a la generación Z.

La campaña Human Rights Bracelets se inspira en las friendship bracelets, las pulseras que las swifties intercambian en los conciertos del Eras Tour y que contienen significados relacionados con el universo de la artista.

AI ha diseñado unos kits, a la venta en su tienda online, para que las fans creen sus propias pulseras y se las cambien en los conciertos que la artista dará el 29 y 30 de Mayo en Madrid.

En estos kits, y gracias a “una arqueología fandom”, se ha conseguido relacionar las palabras más usadas en los bracelets con algunos derechos humanos. Así sabemos que no hay LOVER (7º disco de la Swift) sin el derecho al amor; no hay THE MAN (tema de contenido feminista) sin los derechos de las mujeres, o que no existiría YNTCD (de la canción Yo Need to Calm Down) sin el derecho a la libertad. “