AI hizo esa consideración al analizar el impacto del cambio climático en los derechos humanos, después de que el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), dependiente de la Comisión Europea, apuntara este martes que el pasado julio fue el mes más cálido jamás registrado en la superficie de la Tierra desde al menos 1940, año en que comienza la serie histórica de temperaturas del aire en superficie.

Amnistía subrayó que el área mediterránea es la región del planeta que se calienta a una “mayor velocidad”. Según el programa Copernicus, algunas zonas de España alcanzaron temperaturas hasta ocho grados superiores a la media entre mayo y octubre del año pasado.

“El reciente récord de los 45,4 ºC en Figueras (máxima temperatura registrada nunca en Cataluña) o el incremento de la capacidad destructora de los incendios en el Mediterráneo nos tiene que servir de aviso de la gravedad de la situación. Los efectos del cambio climático ya están aquí, y debemos hacer todo lo posible para no continuar en este proceso de autodestrucción”, apuntó Marta Mendiola, investigadora de Amnistía Internacional.

Además, esta organización recordó que más de 300.000 hectáreas quedaron incendiadas el año pasado en España, más del triple que la superficie de 2021.

EXCESO DE MORTALIDAD

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. Un informe reciente de la revista especializada ‘The Lancet’ señaló que el calor extremo se asocia con lesiones renales agudas, insolaciones, efectos adversos en el embarazo, impacto en la salud mental y empeoramiento de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

En España, el exceso de mortalidad por causas atribuibles a excesos de temperatura entre junio y septiembre de 2022 fue de 4.813 fallecimientos. Las regiones con más muertes registradas debido a este factor fueron Madrid (1.301), Castilla y León (579), Cataluña (578) y Andalucía (439).

Además, las muertes prematuras en el país debido a la contaminación por partículas finas, en concreto a la exposición a partículas finas (PM2,5), ozono (O3) y dióxido de nitrógeno (NO2), superan las 30.000 anuales, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

Por otro lado, Amnistía Internacional señaló que, aunque el aumento de las temperaturas afecta a toda la población, algunas personas afrontan muchos más riesgos, como personas mayores, embarazadas, quienes realizan trabajos físicos al aire libre, viven en infraviviendas o sufren pobreza energética.

NUEVO GOBIERNO

AI reclamó al Gobierno que se forme tras las elecciones generales del pasado 28 de julio que se marque como objetivo la reducción del 55% de emisiones de efecto invernadero en 2030 (frente al 23% actual y al 32% establecido en el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles y plantear medidas que aseguren la protección de la salud de los colectivos más vulnerables ante las olas de calor.

“Resultan alarmantes las declaraciones de responsables políticos que niegan la gravedad del problema o de quienes retrasan las medidas necesarias para afrontarlo. Es el momento de adoptar políticas ambiciosas desde el conjunto de las administraciones públicas para que España forme parte del giro de timón necesario a nivel global para revertir el desastre”, reclamó Mendiola.

Por último, Amnistía consideró necesario incrementar la inversión en el sistema nacional de salud asegurando que un 25% del gasto sanitario total se dedica a la atención primaria, cuyos centros tratan el 70% de las necesidades de salud de la población.