Quitana quiere dejar constancia de que el libro está basado en una idea original suya, "como mía es la trama, la construcción y el perfil de los personajes, así como la mayoría de los textos", todo ello con la intención de concienciar a la opinión pública sobre un grave problema de nuestro tiempo, los malos tratos que sufren muchas mujeres.

"Sin embargo", añade la presentadora, "al ser mi primera novela y desarrollarse este proyecto a lo largo de muchos meses, tuve que recurrir a la ayuda y colaboración e una persona de mi entorno, que gozaba de toda mi confianza, para que me ayudara en la culminación de la obra".

Quintana asegura que nunca ha pretendido engañar a nadie, y que la existencia de esa colaboración ha sido pública. "Jamás se ha ocultado y, de hecho, queda reflejada en la página de los agradecimientos de la novela", agrega.

Según Quintana, la aportación de este colaborador se extendió a la inclusión en el libro de algunos textos y párrafos de la obra de otros autores cuando procedía alas labores de corrección del manuscrito final, "no pudiendo saber por mi parte lo que era original de lo que no lo era".

Cuando se detectaron en el libro algunos pasajes de una autora norteamericana, Quintana dijo que hizo suyas las explicaciones que le dió el colaborador respecto a la existencia de un error informático, pero que cuando después se descubrió que también contenía párrafos de una autora mejicana, "entendí que las explicaciones que había recibido anteriormente eran de todo punto inadmisiles", por lo que acordó con la editorial la retirada del libro del mercado.

"En consecuencia", concluye Quintana en su explicación, "aunque no culpable, me considero responsable y víctima de lo ocurrido y pido perdón a todos los lectores que hayan podido sentirse defraudados por estos hechos al comprar y leer el libro que, muy a mi pesar, ha suscitado esta indeseable polémica".