LOS ANALISIS CONFIRMAN QUE EL BROTE DE SARNA SURGIDO EN LA POBLACION ASTURIANA DE REBECOS SE HA EXTENDIDO A LEON
-El riesgo de contagio también afecta al oso pardo
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Los análisis realizados sobre trece rebecos abatids la semana pasada en la provincia de León confirman que el brote de sarna que ya afecta a miles de rebecos en Asturias se ha extendido a la población leonesa.
Javier Muñoz, jefe del Servicio de Vida Silvestre de la Junta de Castilla y León, aseguró a Servimedia que dos de los rebecos, los que fueron sacrificados cerca de la frontera con Asturias, estaban afectados por la sarna.
La sarna es un ácaro que se introduce entre la piel y el músculo provocando la muerte del animal. En este caso, se trat del tipo "rupicapra", que suele incidir sobre las poblaciones de rebecos, y fue transmitida por cabras domésticas que compartieron pastizales con estos animales.
El brote amenaza fundamentalmente a los 1.500 ejemplares que habitan en la reserva asturleonesa de Mampodre, pero si no se ataja la epidemia podría llegar hasta Riaño, donde viven casi 4.000.
REUNION ENTRE COMUNIDADES
Las autoridades asturianas detectaron la sarna hace aproximadamente un año, pero no alertaron a las de Castilla y León que ahora también sufren el problema. En Asturias, miles de rebecos han sufrido el contagio.
La próxima semana representantes de estas dos comunidades autónomas, junto a los de Cantabria, el Icona y expertos procedentes de diversas universidades analizarán la situación e intentarán adoptar las medidas necesarias para evitar que la sarna continúe extendiéndose.
El ácaro puede afectar a otras especies, aunque en el caso de la "rupicapra", esta posibilidad no es muy probable. No obstante, los serviios encargados de la protección de la naturaleza en ambas comunidades temen que la sarna afecte a alguno de los pocos ejemplares de oso pardo cantábrico que existen.
Las experiencias acaecidas en otras zonas demuestran la importante magnitud de los daños que ocasiona la sarna. En el Parque Natural de Cazorla (Jaén) acabó con más del 90 por ciento de la población de capra hispánica y en los Alpes italianos eliminó al 85 por ciento de los ejemplares de rebeco que habitaban allí.
(SERVIMEDIA)
01 Abr 1994
GJA