a molécula permite a las células cancerígenas atacar el sistema que normalmente se encarga de destruir las células extrañas, con lo que la presencia de esta molécula en la orina advertiría de la presencia del cáncer.

Actualmente ya se emplean los análisis de orina para detectar la enfermedad, pero estos test son mucho más sofisticados y caros que los que se basan en la detección de esta molécula.

El cáncer de vejiga afecta a más de 12.000 norteamericanos por año y los síntomas son la presencia desangre en la orina y dolor durante la micción. Las probabilidades de supervivencia, si el cáncer es detectado de manera temprana, se incrementan de manera importante.