Así lo anunció este sábado el Gobierno de Juanma Moreno en un comunicado en el que explicó que los participantes han “perfeccionado” sus competencias para “resolver situaciones críticas” como una parada cardiaca, la atención de un parto en domicilio o un traslado en helicóptero de un paciente grave.

Para “garantizar” una formación “integral”, las actividades se desarrollaron a través de simulaciones de situaciones en las que los profesionales tuvieron que diagnosticar y tratar a este tipo de pacientes de forma individual y grupal, como, según la Junta, "pasaría en la realidad asistencial”.

Este programa abarcó áreas como soporte vital avanzado (SVA), atención al parto extrahospitalario, ecografía en urgencias y manejo de la vía aérea difícil, coordinación sanitaria en emergencias, atención inicial y traslado en helicóptero sanitario de un paciente grave.

En paralelo, se impartieron cursos para instruir a profesionales como formadores mediante metodología de simulación en SVA y de asistencia al parto o el Curso Genérico de Instructores, dirigido a candidatos que asistieron previamente a cursos de SVA y que se centra en “entrenar” a los participantes como instructores homologados por la máxima autoridad europea en este ámbito, el European Resuscitation Council (ERC).

Las actividades, que, según la Junta, alcanzaron un nivel de satisfacción global “por encima del 90%”, contaron con la asistencia de “diferentes perfiles” profesionales que prestan sus servicios en los hospitales, centros de Atención Primaria y profesionales del Centro de Emergencias 061 de las ocho provincias andaluzas, siendo en su “mayoría” personal de la medicina y de la enfermería.

En cuanto al número de participantes formados por provincias, la administración andaluza destacó el caso de Granada, con un 23% del alumnado, seguida de Sevilla con un 20%.

El Gobierno de Moreno defendió que el desarrollo de este programa “favorece la seguridad del paciente y del propio agente asistencial además de una asistencia sanitaria homogénea”. Con ello, a su entender, se “garantiza” que los pacientes “reciban una atención eficaz y de calidad con independencia del punto en el que se produzcan los hechos”.