Tras el fallecimiento, la pasada semana, de un concejal gallego que sufrió un ataque múltiple de estos insectos mientras trabajaba en su finca, el presidente de Anecpla, Sergio Monge, recordó que la actividad de esta especie “no cesa en otoño, una etapa clave en su ciclo biológico”, y advirtió del peligro de intentar retirar los nidos sin ayuda profesional. “No se debe intervenir por cuenta propia ante un nido de avispa asiática”, insistió.

Detectada por primera vez en Navarra en 2010, la Vespa velutina sigue expandiéndose por el norte y el noroeste de España, con fuerte incidencia en Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco, Navarra y Castilla y León, y presencia cada vez más habitual en zonas del interior peninsular.

Anecpla señaló que el impacto de esta especie invasora es “triple”: afecta a la salud pública, al medio ambiente, por su depredación de abejas y polinizadores, y al sector apícola y agrícola, que depende del equilibrio ecológico.

“Cada año asistimos a un aumento del número de nidos y del territorio afectado”, indicó Monge. Asimismo, la asociación advirtió sobre el “riesgo del intrusismo profesional” y de las intervenciones inadecuadas realizadas por particulares o personal no cualificado, que “además de ineficaces pueden ser altamente peligrosas”.

Los nidos de Vespa velutina alcanzan en otoño su “máximo desarrollo”, pudiendo albergar miles de ejemplares y situarse tanto en árboles como en tejados o zonas rurales de difícil acceso. Anecpla recomendó “extremar la precaución” y contactar con “servicios municipales o empresas acreditadas” ante cualquier sospecha.

La asociación presentará el próximo viernes, 31 de octubre, en la sede de la CEOE en Madrid su nueva ‘Guía Técnica sobre el control de la avispa asiática’, elaborada junto a expertos y entidades públicas, que abordará la situación actual de esta especie, las actuaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y la problemática del intrusismo profesional en su control.