UN AÑO DE CARCEL PARA UA MUJER QUE DIO A LUZ EN EL BAÑO Y DEJO MORIR A LA NIÑA SIN ACUDIR AL HOSPITAL NI PEDIR AYUDA
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Una mujer ha sido condenada por el Tribunal Supremo a un año de prisión por dejar morir a su hija, que nació viva y respirando, tras dar a luz en el cuarto de baño de su casa. La madre era consciente de su embarazo y sabía que estaba de parto, pero no acudió al hospital ni pidió ayuda a su hermana, que se encontraba en otra habitación de la vivienda.
La Sala de lo Penal del Tibunal Supremo relata que la mujer, de 26 años, ocultó su embarazo tanto a su novio como a su hermana, que vivía con ella, y al resto de la familia, por temor a una reacción violenta de los padres.
Aunque en ningún momento acudió al ginecólogo ni controló el embarazo, acudió varias veces al Hospital Virgen de la Luz, en Cuenca, por problemas estomacales y digestivos. En los informes médicos de este centro había quedado patente su estado, aunque los manipuló para que no se enterase su familia.
Lleado el día del parto, en febrero de 1998, permaneció en su casa y cuando comenzaron los dolores dijo a su hermana que le dolía la cabeza. Desde el mediodía y hasta las siete de la tarde alternó la cama y el sofá con visitas al cuarto de baño, hasta que acudió al servicio con fuertes dolores y, tras hacer fuerza, dio a luz a una niña de 50 centímetros y 3.200 gramos, que nació viva y respiró espontáneamente, aunque no lloraba ni se movía.
Sin pedir auxilio a su hermana, que estaba a tres metros de ella en otra habitación, agitó a la pequeña con cuidado para reanimarla, pero no lo logró. Cortó el cordón umbilical con unas tijeras de costura y lo mantuvo cogido con los dedos sin atarlo, hasta que comprobó que la niña permanecía inerte. Entonces la puso en la bañera, sin taparla, y cogió una fregona para limpiar la sangre del cuarto de baño.
Poco después sufrió una hemorragia postparto, por lo que se asustó y pidió ayuda a su hermana, a la que ocultó la existencia de la niña. Acudieron al Hospital Viren de la Luz y explicó al médico que había tenido un aborto de dos meses. Ante las preguntas del facultativo, rectificó para decir que la gestación había sido de cinco meses.
La Audiencia Provincial de Cuenca condenó a la mujer por un delito de homicidio por imprudencia, y la absolvió de asesinato. El Tribunal Supremo ratifica esta sentencia, que había sido anulada anteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, y la condena a un año de prisión.
(SERVIMEDIA)
03 Dic 2000
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