El Año europeo pretende explicar los beneficios que aporta trabajar en un nuevo país o en una nueva ocupación, contribuir a que los ciudadanos tomen conciencia de ello y dar a conocer los medios con los que la UE puede ayudar a los trabajadores en este cambio.

Sólo en torno al 2% de los europeos vive en un Estado miembro distinto a su país de origen, porcentaje que apenas ha variado durante los últimos treinta años. Además, la mayoría de ellos tampoco cambia de trabajo: la duración media de un trabajo de la UE es de 10,6 años, frente al 6,5 en EEUU.

Dado que uno de los objetivos prioritarios de la UE consiste en potenciar el crecimiento y el empleo, cada vez es más importante ayudar a los trabajadores a cambiar de país o de sector. La Comisión Europea apuesta por la movilidad porque "no sólo aporta al trabajador nuevas competencias y experiencias, sino que redunda también en beneficio de los empresarios" dentro de la actual economía globalizada.

Según una reciente encuesta Eurobarómetro, la mayoría de los encuestados reconoce que la movilidad puede mejorar las perspectivas de empleo. Asimismo, de la citada encuesta se desprende que un 59% de las personas que buscaron trabajo fuera de su región lo encontraron en menos de un año, frente a sólo un 35% de los que no optaron por la movilidad.