La sentencia, de la que ha sido ponente el agistrado Vegas Valiente, considera que el letrado no podía "continuar observando la obligación de guardar el secreto profesional" tras las acusaciones que tanto él como sus clientes habían recibido con anterioridad en diversos medios de comunicación.

El tribunal constata que, además, el letrado había obtenido previamente la autorización de su decano y de sus clientes para realizar las declaraciones públicas que fueron indebidamente sancionadas por el Consejo General de la Abogacía.

La sentencia esalta que el letrado no incumplió los deberes que los abogados deben guardar entre sí, ni sus declaraciones se extendieron a hechos o documentos amparados por el secreto profesional.

El Consejo General de la Abogacía había impuesto a Jesús Santaella una sanción de inhabilitación para el ejercicio profesional por cinco meses, tras haberse desvelado en 1995 el contenido de sus reuniones con diversos miembros del Gobierno, incluido Felipe González, en nombre de sus clientes Mario Conde y Juan Alberto Peote.

En declaraciones a Servimedia, Santaella expresó hoy su satisfacción ante el pronunciamiento judicial, "que me rehabilita plenamente ante los compañeros que en algún momento hubieran podido tener dudas sobre mi conducta".

El letrado agradeció, además, el apoyo que en todo momento ha recibido tanto del decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro, como de la Junta de Gobierno de esa institución.