Macroeconomía
La apertura extracomunitaria de las exportaciones españolas amortiguó la caída de las ventas a Estados Unidos y la UE en 2024
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La apertura de las exportaciones españoles a mercados extracomunitarios permitió amortiguar la caída de las ventas a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), en este último caso, como consecuencia de la debilidad de la demanda de las principales economías de los Veintisiete.
En concreto, el comercio de España con la UE pasó del 61,1% al 60,5% en 2024. Esta misma tendencia se observó en las ventas a Estados Unidos, que cayeron del 4,9% al 4,7%.
Pese a estos descensos, las exportaciones, y en concreto las de servicios, mantuvieron un peso fundamental en su contribución al PIB español, que en 2024 creció un 3,2%.
“Ello fue posible gracias al avance de las exportaciones a otros destinos extracomunitarios, lo que refleja una valiosa flexibilidad para abrir el abanico de clientes cuando surgen dificultades en algunos mercados”, apuntó la asistente de investigación de CaixaBank Research Anna Bahí Esteba, en su análisis ‘La diversificación de los destinos de las exportaciones españolas’, publicado en abril.
De esta forma, España pudo capear las caídas registradas en las ventas a sus dos principales socios comerciales, Francia y Alemania, que registraron descensos del 4% y del 1,1%, respectivamente, y afectaron a los bienes de consumo duradero y a los automóviles.
El mayor desplome en las ventas se registró en los intercambios con Bélgica, con una contracción del 18,1%, lastrada sobre todo por las semimanufacturas y los bienes de equipo. No obstante, Bélgica solo tiene un peso del 3% en las exportaciones de España.
Por el contrario, los productos españoles empezaron a abrirse hueco en otros mercados con menores relaciones comerciales dentro de la UE, como los países de Europa del Este, hacia donde se enviaron manufacturas de consumo y automóviles, así como a Portugal, Italia e Irlanda.
“España redujo sus exportaciones a la UE, pero también las dirigidas a Estados Unidos, de manera que tuvo que buscar oportunidades en nuevos mercados para diversificar y fortalecer sus relaciones comerciales”, explicó Bahí en su artículo.
La asistente de investigación de CaixaBank Research señaló que las exportaciones a China se mantuvieron relativamente estables, mientras que aumentó el peso de las ventas a África, los países de Europa que no pertenecen a la UE, Asia y los países de América Latina y las islas del Caribe.
En concreto, el comercio de España con los países de Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), con un 13,9%; a América Latina y el Caribe (sin contar Mercosur y México), con un 5,8%; y Oceanía, con un repunte de las exportaciones del 15,1%.
Dentro de África, la tercera región más relevante para las exportaciones españolas, España intensificó su comercio exterior con Marruecos, con un 4,7%, y a Argelia, con un 141,7%, tras la reanudación de las relaciones comerciales con ese país.
Bahí recalcó que “el crecimiento de las exportaciones hacia estos mercados ha actuado como amortiguador ante la debilidad de los socios europeos” y ha servido para mostrar la “valiosa capacidad para diversificar destinos” del sector exportador, sobre todo “en un contexto de debilidad en la demanda procedente de sus principales socios comerciales”.
No obstante, la economista admitió que todavía es pronto para conocer si España consolidará sus exportaciones hacia nuevos destinos en un “intento de diversificación ante las tensiones comerciales desatadas” por Estados Unidos.
También planteó la posibilidad de que el sector exportador español vuelva a buscar cobijo en la UE si esta recupera su crecimiento económico. Sin embargo, si la demanda europea sigue debilitada, “la búsqueda de nuevos mercados podría consolidarse como un ajuste estructural”.
(SERVIMEDIA)
18 Abr 2025
NFA/clc