Así lo indicó Aragonès en un desayuno informativo organizado por Europa Press al que, entre otras personalidades, asistieron la ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte y portavoz del Gobierno central, Pilar Alegría; la consejera de Economía de la Generalitat catalana, Natàlia Mas, y la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua.

“Dios no fijó como un mandamiento la unidad de España”, apuntó el presidente catalán, quien añadió que las leyes “son una convención entre personas en una sociedad y deben poderse cambiarse”. Por ello, apostó por resolver “un conflicto sobre la soberanía nacional en el marco de un Estado democrático”.

Un referéndum sobre la independencia de Cataluña, dijo, si gana la independencia, provoca “cambios muy profundos” y se mostró dispuesto a hablar sobre “condiciones reforzadas, de la fecha y de cómo deberíamos dar certeza de cómo van a gestionarse los resultados”. “Tenemos ejemplos de otros países en los que se ha llegado a acuerdos”, comentó.

Entre varios ejemplos de otros países, Aragonès comentó que “durante el franquismo hubo un referéndum en Guinea Ecuatorial”. “Es decir, al final debe ser posible en una democracia, sino es muy difícil sostener que una democracia lo es si mantiene a una mayoría de habitantes de un territorio formando parte de un determinado Estado contra su voluntad”, incidió.

MEDIADORES

En clave nacional, sobre la relación entre ERC y el PSOE, comentó que su partido lleva “no cuatro meses, sino cuatro años de interlocución, de diálogo, de negociación discreta con acompañamiento por parte de agentes relevantes en el ámbito de la mediación y resolución de conflictos en el ámbito internacional”.

Preguntado sobre si también hay mediadores en las reuniones del PSOE con ERC, respondió “veremos en los próximos días”, aunque aclaró que hay un trabajo que se está haciendo para “ir fortaleciendo este clima y esta dinámica de negociación” y se remitió a los acuerdos de investidura, que incorporan “esta figura de verificación y acompañamiento”.

Hablando sobre el escenario post electoral, Aragonès señaló que aspira a “poder continuar” con un gobierno de ERC y, preguntado sobre qué vicepresidente prefiere si gana las elecciones, a Carles Puigdemont o a Salvador Illa, dijo que “elegiría a la mejor vicepresidenta que hemos tenido, que es Laura Vilagrà”.

Además, sugirió a todos los partidos políticos que “si no queremos dejar espacio a la extrema derecha no pasemos a utilizar sus argumentos”, haciendo alusión a Junts per Catalunya (Junts) y su idea de poder expulsar a los inmigrantes reincidentes y que algunos compararon con los postulados que defiende Vox.