Así lo destacó en una rueda de prensa tras reunirse en Moncloa con el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante una hora y media, en una cita en la que ambos acordaron que la próxima reunión de la mesa de diálogo se celebrará en Madrid durante la última semana de julio, en la que estarán los equipos técnicos, pero no los presidentes.

En su comparecencia, celebrada en el Centro Cultural-Llibreria Blanquerna, el president de Cataluña calificó de “importante” el encuentro con Pedro Sánchez, en “un clima correcto y respetuoso”. Además, añadió que estuvo “marcado por las dificultades del momento, que son muchas y de orígenes muy diversos”.

Aragonès sostuvo que coincidió con Sánchez en “valorar positivamente el acuerdo marco por el diálogo y la negociación que impulsaron la semana pasada el ministro Bolaños y la consejera Vilagrà”.

En su opinión, “es un paso importante para restaurar la confianza y ofrecer las garantías de respeto a los valores democráticos y los derechos fundamentales de los representantes de los diferentes proyectos políticos”. En la misma línea subrayó que “como Gobierno de Cataluña”, considera preciso “ese respeto para retomar el proceso de diálogo y de negociación, con el objetivo de resolver el conflicto político”.

POSICIONES ALEJADAS

El encuentro con Sánchez se produjo 10 meses después de la última reunión de la mesa de diálogo y tras el estallido del llamado ‘Catalangate’, el espionaje a líderes políticos y sociales catalanes a través del programa espía Pegasus. A este respecto, Aragonès admitió su “malestar y preocupación por el espionaje”, que consideró “un hecho muy grave, que no se resuelve con el relevo de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)”.

No obstante, apuntó que “el acuerdo marco por el diálogo y la negociación ayuda a ofrecer garantías que la situación no se volverá a repetir”, aunque “es evidente que hay que ir hasta el fondo”. Y por eso celebró “el compromiso del presidente del Gobierno español de colaborar de forma absoluta con Ja justicia para aclarar los hechos”, en el marco de los diferentes procedimientos judiciales que están en marcha.

Una de las ‘patatas calientes’ que el president llevó a la reunión fue la necesidad de “acabar con la criminalización y con la represión”, algo “imprescindible para reforzar y avanzar en el proceso de negociación del conflicto de Cataluña con el Estado español”.

En opinión de Pere Aragonès, a la reunión de la mesa de diálogo fijada para la semana del 25 de julio, se acudirá “con la voluntad de empezar a abordar la ‘desjudicialización’ del conflicto y, por lo tanto, el fin de la represión”, a través, “si es posible”, de “los primeros acuerdos parciales” sobre este particular.

“También quiero ser muy claro”, añadió Aragonès, y es que “mientras la ciudadanía de Cataluña no tenga la posibilidad de decidir con libertad el futuro político del país, estamos lejos de resolver el conflicto”, y ahora “estamos en posiciones alejadas”.

Sobre si la relación entre la Generalitat y Moncloa se ha normalizado tras el ‘Catalangate”, Pere Aragonès recalcó que “la normalización de la relación entre los dos gobiernos se producirá si hay acuerdos concretos”, ya que de la reunión de este viernes lo que sale “es una apuesta decidida para avanzar en este diálogo”, pero “a partir de aquí será con los acuerdos concretos” lo que normalizará la relación.