Así lo indicó Aragonès en una entrevista en la Cadena SER recogida por Servimedia, tras ser preguntado por las declaraciones que hizo ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Bruselas en las que aseguró que ‘el proces acabó” y hoy en Cataluña “prima la convivencia” y “se cumple con la Constitución”.

“Cada uno puede tener la opinión que quiera pero nosotros no vamos a renunciar a nuestras convicciones”, insistió Aragonès, quien comentó que la opinión de Sánchez es “relevante”, pero aclaró que no va a decir que él renuncie a sus convicciones, que como son “legítimas” se deben “poder llevar a cabo”.

Recordó que en septiembre propuso un acuerdo de claridad en el que pactar los términos en los que todas las partes reconozcan “un referéndum como legítimo”. Lo primero, destacó, será “un acuerdo de voluntad política” y después se tendrá que trabajar en “las vías jurídicas para implementarlo”.

PRÓXIMOS PASOS

Preguntado sobre cuáles son los próximos pasos de la mesa de diálogo, Aragonès comentó la posición del Govern es que este instrumento sirva para “resolver el conflicto político”.

Ahora, continuó, hay que abordar “la cuestión de fondo” que es la relación política entre Cataluña y España, que es el “conflicto” que en 2017 alcanzó un “pico máximo”. Sobre esta cuestión, Aragonès dijo que hay “posiciones diversas”, ya que algunos defienden la independencia de Cataluña mediante un referéndum “acordado” y otros “no tocar nada”.

Ante esta situación, el presidente catalán apostó por “encontrar caminos de solución y acuerdos”. Preguntado sobre si ha hablado con el Gobierno central sobre hacer un referéndum pactado, explicó que hay “intercambio de opiniones”, pero “como tal entrar en la materia aún no”. Por ello, esperó poder hacerlo “en los próximos meses”.

RECURSO

Preguntado sobre qué pasará si el Tribunal Constitucional frena la tramitación de la reforma del Código Penal si admite el recurso presentado por el PP, Aragonès aseguró que no se sitúa en esa posibilidad. “Es una posibilidad que creo que no nos deberíamos plantear en términos democráticos ni aceptar”, señaló.

Sobre la eliminación del delito de sedición y la reforma del de malversación, Aragonès celebró que se ha ido avanzando en la desjudicialización y aseguró que es una reforma positiva. En concreto, sobre la malversación señaló que “es un paso más” y que la derogación de la sedición “es una gran decisión que se tiene que valorar también muy positivamente”.

“Poder llegar a acuerdos para avanzar en la desjudicialización y resolución de un conflicto entre unas diferencias que hay entre Cataluña y España es positivo, es un paso más, no es definitivo, no se acaba aquí, nadie renuncia a lo que es, ni a lo que piensa, pero somos capaces de llegar a acuerdos”, agregó.

Sobre la malversación, el presidente catalán subrayó que “contra la corrupción toda la contundencia”, pero garantizó que “no vamos a dejar que se use el delito de malversación para actuaciones que son meramente políticas”. “Votar en un referéndum nunca puede ser un delito”, concluyó.