El juez considera que no hay “incitación al odio o a la violencia, ni consecuentemente la presencia de un riesgo real” y entiende que esas palabras no pueden ser consideradas "como expresiones indudablemente ultrajantes u ofensivas". Bendodo podrá ejercer las acciones civiles que crea oportunas.

Rubiales hizo esas manifestaciones con motivo de las declaraciones del coordinador general del PP sobre el adelanto electoral al 23 de julio, a raíz del cual llamó “tramposo” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Bendodo también acusó al jefe del Ejecutivo de convocar los comicios en plenas vacaciones para que los ciudadanos no pudieran votar, ante lo cual la dirigente socialista aseguró que “¡Es realmente el discurso de un judío nazi!”.

Rubiales aseguró más tarde también en sus redes sociales que “jamás debe usarse la religión, origen o etnia de alguien para la crítica política, aunque, como en mi caso, la intención fuese señalar una grave incoherencia", al tiempo que pidió disculpas antes de afirmar que “Bendodo es un nazi”.

El juez entiende las afirmaciones de Rubiales dentro de un “ejercicio legítimo de su libertad de opinión y de expresión”. Señala que el mensaje no incita a “que la reacción contra esa crítica a la convocatoria de elecciones generales, deba desarrollarse por medio de la violencia o a través de cualquier otra actitud no democrática”, por lo que “no se aprecia ninguna incitación al odio, a la hostilidad o a la violencia”.