Según explicó Arcópoli en un comunicado, este descenso no refleja una disminución real de la violencia o el odio, sino que obedece a que numerosos casos no están siendo conocidos ni registrados en tiempo real. Esta razón ha sido abordado por los profesionales de Arcópoli en las reuniones multidisciplinares con otras entidades e instituciones.

La organización recordó que, según datos del propio Ministerio del Interior, solo dos de cada 10 delitos de odio llegan a denunciarse oficialmente, lo que evidencia una “grave brecha” entre la violencia real y la que llega a las estadísticas. Esta invisibilidad repercute” directamente” en la capacidad de respuesta institucional y en la implementación de políticas públicas “eficaces” frente a la Lgtbifobia.

Muchas víctimas no denuncian “por miedo, desconfianza o por desconocimiento de los recursos disponibles”, expresaron desde Arcópoli, pero es “fundamental” que las victimas sepan que “no están solas” porque las asociaciones Lgtbi+ y las instituciones están “para acompañarlas y protegerlas”.

La entidad llamó a las víctimas de cualquier tipo de agresión motivada por Lgtbifobia a acudir a las asociaciones y confiar en los canales institucionales de denuncia, donde pueden recibir acompañamiento jurídico, psicológico y social.

Asimismo, Arcópoli instó a las entidades Lgtbi + de la Comunidad de Madrid a registrar y trasladar los casos detectados al Observatorio Madrileño contra la Lgtbifobia en “tiempo y forma”. Solo con un registro “riguroso y coordinado” se podrá ofrecer una “radiografía real” del alcance de la violencia lGTBIfóbica en la región y exigir una respuesta “acorde” a su magnitud.