La resolución que anula la licitación detalla que el único buque propuesto a la Armada no cumplía con los requisitos técnicos, aunque no indica la empresa que participó en la puja ni el nombre de la embarcación.

La Armada señala que la bodega del barco presentaba un difícil acceso y además debía ser modificada, al igual que la cubierta de trabajo. El buque no tenía cubierta de vuelo y solo cabían 20 pasajeros, cuando el requisito eran 30.

Tampoco contaba con una embarcación de rescate tipo RHIB (rigid-hulled inflatable boat) ni disponía de una segunda embarcación de salvamento. Ambos requisitos estaban fijados también en los pliegos. Por todo ello, al final se cancela el expediente.

El importe del contrato, 20 millones de euros, incluía la compra y los trabajos de adecuación del buque a los estándares de la Armada.

RETIRO OBLIGADO

La Armada recordaba en la documentación del expediente que el ‘Contramaestre Casado’ es un barco construido en 1953, hace nada menos que 70 años, que causó alta en la Armada en 1983 y que debería haber causado baja en el año 2022 tras cumplir su ciclo de vida útil. La antigüedad de este buque impide a la Armada cubrir sus necesidades de transporte logístico vía marítima.

El ‘Contramaestre Casado’ presenta "serios problemas de obsolescencia, que entrañan un alto riesgo de perder esta capacidad operativa en caso de sufrir averías catastróficas que le impidieran navegar", subrayaba además la memoria justificativa del contrato.

Es previsible que la Armada reactive el contrato próximamente e intente de nuevo comprar un barco ante la necesidad urgente de adquirir un relevo para su único transporte logístico.