Con un tono siniestro, el PP fundió a negro la sala y aparecieron con tonos rojos los distintos dirigentes implicados o afectados indirectamente por los presuntos casos de corrupción del PSOE y del Gobierno entre pitos de los más de 3.000 compromisarios e invitados.

El encadenamiento de caras de líderes del PSOE concluyó con la canción ‘Come on!’ de The Hives, que dio paso a un vídeo con el que el PP vendió ilusión a sus bases. “Dejemos la oscuridad atrás, para que venga compromiso, para que venga confianza, para que venga seguridad, para que venga futuro. Toma partido. Por ti, por tuyos, por lo que quieres. Toma partido por España”.

Posteriormente, tomó la palabra el presidente de la Comisión Organización del Congreso y secretario general del PP, Alfonso Serrano, y echó más leña al fuego. En primer lugar, afirmó que la “última cosa” que ha hecho es reunirse con la Asociación de Hoteleros de Madrid, “que estaban muy preocupados”, para tranquilizarles y prometerles que “van a dejar las habitaciones igual que las encuentren”.

“Eso no es una reunión de dirigentes del PSOE, son compromisarios del Partido Popular, por lo tanto, estaros tranquilos porque van a dejar las habitaciones igual que las encuentren, que esta gente no es como Koldo y Ábalos en un parador”, dijo.

Asimismo, afirmó que no habrá “cortinas” ni “tampoco habrá nadie metiendo dos papeletas como le hacen a Pedro Sánchez en sus congresos”, en alusión a las primarias del PSOE en 2014, como se desprende de mensajes interceptados en la UCO entre Cerdán y Koldo García. Y, para rematar, apuntaló que no han “preparado despachos para sobrinas”, que eso “quizá suceda mañana en el Comité Federal del Partido Socialista”.

Por último, Serrano celebró que el Congreso Nacional del PP coincida con el Comité Federal del PSOE porque permitirá “ver dos imágenes muy claras: la de un proyecto unido y cohesionado en torno al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, y por otro lado un proyecto roto y a la deriva”.

“Aquí estamos trabajando y preparando un equipo para gobernar y lo que hace Sánchez es ampliar su propio banquillo”, señaló.

En este “momento determinante” para “la historia de España”, defendió que el partido esté “unido” en torno a Alberto Núñez Feijóo para “salir a ganar” como “si fuera la última de las batallas” porque el país está ante “una crisis democrática, de valores e institucional que pone en riesgo la igualdad, la libertad y el Estado de derecho”.