Así lo indicó Arrimadas en rueda de prensa en la sede nacional de Cs, días después de que Bal anunciase el pasado viernes que va a presentarse a las primarias del 9 y 10 de enero para liderar el partido y volver a “ilusionar” a los votantes, una decisión que ha generado “incertidumbre” y “preocupación”, además de “una enorme sorpresa” en “muchos militantes y votantes”.

En este sentido, la actual líder del partido aseguró que Bal era “plenamente conocedor” de que ella estaba trabajando en una candidatura de “unidad” en la que tanto su ‘número dos’ como el “resto de activos políticos” del partido tendría que participar y que sea “más transversal”, que recoja las conclusiones del proceso de refundación y que abra la dirección a “nuevos liderazgos” y a nuevos equipos de dirección.

Arrimadas no avanzó quién formaría parte de esta lista de unidad ni quién la lideraría porque no la va a decidir ella, ya que una candidatura de “unidad” surge del “consenso mayoritario”. Sin embargo, ella planteó como opción a esa candidatura de “unidad” cerrar la lista, es decir, dar un paso al lado, y no presentarse a revalidar su cargo al frente de la dirección del partido.

Sobre este tema, insistió en que si desgrana esta lista no sería “de unidad”, sino su propia lista. “A mí no me gustaría ganar en la asamblea yo con un partido roto, yo quiero que ganemos todos con un partido unido y eso es lo que voy a hacer y por lo que voy a trabajar”, subrayó la líder de Ciudadanos.

“DISCREPANCIAS”

En la rueda de prensa, explicó que el origen de que Bal haya decidido presentar una candidatura es que en las últimas semanas han surgido “discrepancias ideológicas importantes” entre ambos en torno a leyes “muy conflictivas” del Gobierno, en concreto la conocida como ‘Ley del solo sí es sí’, que contó con el voto a favor de Ciudadanos.

“Para mí, ser progresista es probablemente mucho alejarse de Irene Montero”, dijo Arrimadas, al tiempo que añadió que si alguna vez Bal y ella han tenido “discrepancias de este tipo nunca han generado ningún problema” y recordó que a finales de agosto el propio portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso dijo que iba a estar con ella “hasta el final”.

“Ni siquiera esa discrepancia importante que existe puede llevar al partido a la ruptura y menos en este momento porque nuestros militantes, nuestros cargos y nuestros votantes no se lo merecen”, añadió la líder de Ciudadanos, quien se mostró “convencida” de que finalmente se presentará esa única lista de “unidad”.

RECONDUCIR LA SITUACIÓN

“A pesar de todo lo que ha pasado en los últimos días, yo voy a seguir trabajando para que salga esa candidatura de unidad”, destacó Arrimadas, quien aseguró que es la “mejor opción” para este partido. Para conseguirlo, avanzó que llamará a su “mano derecha”, a su “amigo”, para “reconducir” la situación y volver al “punto inicial” para presentarse a las primarias “unidos”.

Al respecto, informó de que como su voluntad de llegar a un acuerdo es “sincera” en los próximos días no comentará en los medios lo que hable con Bal porque no quiere convertir esto en un “proceso mediático”. “Lo haré para proteger al partido, garantizar la unidad y evitar que vayamos absurdamente a una batalla campal”, apostilló.

Finalmente, esperó salir de la asamblea de enero “unidos, preparados y listos para la próxima batalla política” que serán las elecciones locales y autonómicas de mayo. A su juicio, uno de los objetivos de la refundación es estar “mejor preparados” para ayudar a los candidatos de Ciudadanos en toda España que se presentarán a estos comicios.