Esta falta de cobertura de provisiones se une, según se afirma en el informe de gestión para la fusión el equipo presidido por Aberto de la Puente, a un patrimonio negativo de 14.660 millones de pesetas, si bien se matiza que "la sociedad posee unas importantes plusvalías de sus activos", aunque no son realizbles a corto plazo.

Como consecuencia de todo ello, De la Puente y los actuales gestores han decidido proponer a la junta general de accionistas una reducción de capital que supondría que las acciones pasaran de su actual nominal de 500 a 100 pesetas. Con esta operación se compensarían pérdidas por un importe de 4.032 millnes de pesetas.

Posteriormente, como consecuencia de la fusión, que se realizara por la absorción de AGF por LUFE, el capital de La Unión y el Fénix quedará aumentado en 2.252 millones de pesetas a través de la emisión de 22,5 millones de acciones de 100 pesetas de nominal, si bien con una prima de emisión de 14.199 milllones de pesetas.

La prima de emisión se establece porque la integración del patrimonio de AGF no se hará por su valor contable sino por su valor real.

NO ES LA UNICA SALVEDAD Sin embargo, el déficit de provisiones técnicas no es la única irregularidad que presentan las cuentas de la aseguradora. La compañía deberá efectuar ajustes por la desviación negativa de las provisiones técnicas del ramo de automóviles, que incluyen 4.007 millones de pesetas.

Con este dato, los actuales admisnistradores han aumentado esta cifra en "el importe que se ha estimado necesario para evitar que se sigan produciendo en el futuro desviaciones netas negativas en dichas provisiones".

Adeás, La Unión y el Fénix fue objeto en el ejercicio 1991 de un Acta de la Oficina Nacional de Inspección por importe de 6.416 millones de pesetas (1.703 millones de cuota, 713 de interés de demora y 4.000 millones de sanción), por las operaciones de seguros a prima única realizadas por la compañía. Sin embargo, a pesar de que Arthur Andersen señala el riesgo económico derivada de esta situación, aunque esté recurrida por la compañía, señala que "no es posible evaluar objetivamente los efectos que, en su cas, pudieran derivarse finalmente para la compañía y el grupo como consecuencia de esta situación".

Los auditores incluyen tambien entre los ajustes "especiales" que deberán efectuarse el efecto derivado del ejercicio de la opción de compra que LUFE se vió obligada a efectuar sobre el 51 por cien de El Fenix Español, S.A.

Solo en el caso de Costa Canaria Veneguera, S.A Arthur Andersen estima que el ajuste deberá ser positivo ya que su valor estimado de mercado estaría por encima del otorgado por laDirección General de Seguros.

La auditoría establece, asimismo, que, si bien la póliza de seguro de responsabilidad civil que LUFE tenía suscrita con Banesto a favor de los administradores y directivos del banco "por daños causados a terceros" cubría un capital máximo asegurado de 10.000 millones de pesetas, "el riesgo máximo retenido por la misma asciende a 50 millones de pesetas", pues la cantidad restante está cedida a otras compañías de seguro mediante contratos de reaseguro.