El arzobispo de la Diócesis de Málaga aprovecha una pastoral que difundió hoy, dirigida a los jóvenes, para recordar que la juventud, en materia sexual, tiene como principal preocupación el modo de entender y vivir el sexo como personas, tachando de "cuestionesmarginales" la labor que realizan "quienes manejan los resortes sociales" en materia de relaciones sentimentales.

Fernando Sebastián asegura que la postura gubernamental en ese campo está dirigida para "justificar y sostener una presentación frívola y deshumanizada del sexo y del ejercicio de la sexualidad".

"Algunos adultos", señala el arzobispo en su pastoral, "muestran un extraño empeño en inculcarnos una visión mutilada y empobrecida del sexo, como si fuera sólo un medio de jugar y pasarlo bin, sin más trascendencia para la vida".

El máximo responsable de la Iglesia malagueña expone que los responsables sociales ocultan a los jóvenes los valores humanos del "amor estable y compartido". El sexo consumista es un sexo sin amor. El sexo sin amor es un sexo sin felicidad".

Monseñor Sebastián Aguilar recomienda a los jóvenes a entender el sexo dentro de la Iglesia, como "desarrollo de la personalidad y de la sociedad, según los planes de Dios", asegurando que "los organismo pormovidos por l Estado no deberían ser beligerantes en favor de una determinada concepción del sexo y su ejercicio".

Asimismo, acusa al Gobierno de "utilizar los recursos del poder para mentalizar a los jóvenes sin respetar su libertad religiosa". "El Gobierno no debe ser dirigista en materia moral", matiza.

A pesar de las críticas a las campañas públicas de información sexual, el Administrador Apostólico de Málaga reconoce que "ni los sacerdotes ni muchos educadores católicos lo estamos haciendo bien", como cnsecuencia de una educación sexual católica muy rigurosa, en otros tiempos, y la etapa totalmente contraria de ahora.

Fernando Sebastián reconoce en su escrito que "nuestro silencio lleva a los jóvenes con facilidad a considerar legítimo lo que ven y lo que oyen, sin que nade les diga nada en contra", asegurando que "lo que se aprende en materia sexual no es precisamente la moral cristiana, ni la antigua ni la renovada".

El arzobispo de Málaga finaliza animando a la comunidad cristiana a "tomar mcho más en serio la educación de los jóvenes en materia sexual", señalando a las parroquias, colegios y familias a emprender esta labor informativa.