Lo hizo en un comunicado en el que, aprovechando el debate sobre las medidas de ahorro energético, recordó que “hay una parte de la población, que ha aumentado en los últimos años, que ni siquiera disponen de recursos en los que alojarse al verse vulnerados sus derechos básicos, como el de la vivienda o el empleo”.

Tras recordar que “sobrevivir a la calle” implica un recorte de la esperanza de vida de hasta 30 años, indicó que las consecuencias socioeconómicas de la pandemia incrementaron “considerablemente” el número de personas que se vieron sin hogar por la pérdida de su puesto de trabajo.

Prueba de ello es que la asociación registró una subida de las solicitudes para acceder al programa de reinserción sociolaboral del 309% en 2021, únicamente en Madrid, lo que “muestra el aumento del riesgo y la vulnerabilidad” asociada al colectivo de las personas sin hogar.

En ese sentido, una de las personas sin hogar que acude al centro de día que la Asociación Realidades tiene en el distrito madrileño de Usera atestiguó que “este año está siendo horrible, no recordaba haber vivido esto años atrás, dormir es imposible".

Una de las trabajadoras del colectivo ratificó este testimonio al subrayar que “este verano está siendo especialmente complicado para el colectivo, puesto que es importante garantizar medidas especiales para hidratarse continuamente, ropa adecuada o cremas solares”.