Así lo reivindicaron en un comunicado conjunto en el que hicieron referencia al anuncio realizado hoy en este sentido por la Comisión Europea, que llega después de que el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 haya liderado, junto a las autoridades de Bélgica, Países Bajos y Noruega, una iniciativa de la Red de Cooperación en Materia de Protección de los Consumidores (CPC) para que 21 aerolíneas modifiquen sus políticas en materia de publicidad con el objetivo de evitar prácticas como el ‘greenwashing’ o ecopostureo, es decir, publicidad medioambiental engañosa.

BEUC presentó la denuncia ante las autoridades de Consumo (Red CPC) y la Comisión Europea en junio de 2023, junto con 23 de sus organizaciones miembro y siguió monitoreando el mercado desde entonces.

Una evaluación dos años después, en junio de 2025, mostró que el lavado verde de las aerolíneas “seguía siendo generalizado a pesar de algunas mejoras”.

El director general de BEUC, Agustín Reyna, juzgó “una excelente noticia” que las aerolíneas “hayan acordado dejar de atraer a los consumidores con promesas ecológicas” tras su queja ante la Comisión Europea.

“Ya era hora de que las aerolíneas dejaran de pintar el vuelo como una opción sostenible. Pagar «tarifas verdes» para plantar árboles nunca puede garantizar que las emisiones de los aviones sean succionadas del aire. Este negocio lucrativo no ayuda a los consumidores ni al medio ambiente”, apostilló.

LAS MISMAS REGLAS

En la misma línea, calificó de “encomiable” que la Comisión Europea y las autoridades nacionales “estén planeando monitorear si las aerolíneas cumplen sus palabras y multarlas de otra manera”. “Apoyamos plenamente la intención de las autoridades de examinar las prácticas de otras aerolíneas para que todas jueguen con las mismas reglas”, sentenció.

Por su parte, el director de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, David Sánchez, dijo “celebrar” que 21 aerolíneas “hayan decidido dejar de lado sus prácticas de greenwhasing tras la denuncia presentada junto a BEUC y otras 22 de sus organizaciones miembro”.

“Esta victoria refleja la importancia de que las organizaciones de consumidores de toda Europa trabajemos juntas para luchar contra la vulneración de los derechos de las personas consumidoras. En un mercado global donde las fronteras son cada vez más difusas, necesitamos unirnos frente a los abusos”, prosiguió.

Para Sánchez, “en una Europa donde la ciudadanía está cada vez más concienciada y que trata de que sus patrones de consumo sean cada vez más sostenibles, las compañías no pueden jugar con las personas usuarias y asegurarles una sostenibilidad en sus productos que, en ocasiones, no existe”, concluyó.

Por último, la presidenta de Asufin, Patricia Suárez, coincidió en que “este compromiso es una clara victoria de los consumidores y las organizaciones que los representan”. “Demuestra que la vigilancia ciudadana y la acción coordinada tiene un impacto real. A partir de ahora, los consumidores podrán tomar decisiones de viaje con mayor confianza y transparencia, sabiendo que la información medioambiental no es un mero reclamo de greenwashing. Con esto empezamos a poner fin, de forma real, a la “falsa tranquilidad” y lavado de conciencia verde”, avanzó.