Ciencia
El asteroide que extinguió los dinosaurios creó un mar semicerrado en el Golfo de México
- Según un estudio internacional con investigadores la Universidad de Zaragoza
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El asteroide que impactó en la península de Yucatán (México) hace 66 millones de años y acabó con la vida de casi todos los dinosaurios y cerca de tres cuartas partes de las especies de animales y plantas del planeta creó un mar semicerrado cuya vida se recuperó por gigantescas fuentes hidrotermales submarinas.
Así lo explica un equipo científico internacional encabezado por la geoquímica Honami Sato, de la Universidad de Kyūshū (Japón) y con participación de los micropaleontólogos Ignacio Arenillas, José Antonio Arz y Vicente Gilabert, del Departamento de Ciencias de la Tierra-IUCA de la Universidad de Zaragoza.
El estudio, publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’,
Estudios previos demostraron que el ecosistema marino del interior del cráter tardó solo 30.000 años en recuperarse, aunque por el momento no se ha encontrado una explicación para esta rapidez.
El nuevo estudio, publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’, ofrece una explicación plausible. Tras el impacto de Chicxulub, el antiguo Golfo de México se convirtió en un mar semicerrado sometido a una intensa actividad hidrotermal ligada a las importantes fracturas del terreno generadas por la colisión.
En consecuencia, desde el subsuelo afloraron fluidos calientes ricos en nutrientes metálicos disueltos, que estimularon el crecimiento del fitoplancton bacteriano y la rápida recuperación del ecosistema.
ISÓTOPOS
La identificación de una región con fuentes hidrotermales se ha basado en el comportamiento de la relación de los isótopos de osmio (187Os/188Os) en rocas depositadas a lo largo de los tres primeros millones de años tras el impacto.
Es conocido que la vaporización del asteroide Chicxulub aportó grandes cantidades de 188Os, provocando que los sedimentos oceánicos registraran globalmente valores excepcionalmente bajos de esos isótopos durante los primeros 200.000 años tras el impacto. Después de ese periodo, los sedimentos oceánicos volvieron a contener valores similares a los medidos a finales del Cretácico.
Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que esta situación de vuelta a la normalidad en el Golfo de México se demoró hasta pasados unos 700.000 años, lo que revela la existencia a comienzos del Paleógeno de fuentes hidrotermales submarinas de un tamaño colosal que aportaron continuos fluidos cargados en 188Os y en metales pesados disueltos, hoy registrados como anomalías geoquímicas en las rocas analizadas.
La nueva publicación demuestra que, paradójicamente, el impacto de Chicxulub no solo fue el causante de la extinción masiva del límite Cretácico/Paleógeno, sino que también contribuyó a la recuperación de los diezmados ecosistemas marinos del Golfo de México al crear un extenso campo de fuentes hidrotermales que no tiene equivalente en los océanos actuales.
(SERVIMEDIA)
08 Abr 2025
MGR/gja