El fallecido fue identificado como Walter Shroers, propietario de un lavadero de coches, que había venido a pasar unos días de vacaciones en España. La caravaa en la que fue encontrado su cadáver estaba en la almeriense calle de San Miguel.

Los detenidos han confesado que el suceso ocurrió el 13 de abril, cuando los dos acusados penetraron en la autocaravana con la intención de robar, sin apercibirse de que el propietario se hallaba dentro.

A continuación se produjo un forcejeo entre Walter Shoroers y los asaltantes hasta que éstos consiguieron reducirle y lo dejaron atado y amordazado sobre la cama. Se apoderaron de sesenta mil pesetas en billetes decinco mil que estaban en el interior de una bolsa de cuero bajo uno de los asientos y, tras repartirse el botín, abandonaron el lugar.

Tres días después, "El Negro" se acercó a la autocaravana y comprobó que el súbdito alemán continuaba en su interior. Al día siguiente, regresó en compañía de dos jóvenes de 17 y 18 años, que también han sido detenidos, pertrechado con dos frascos de colonia que traía de su casa.

Mientras sus acompañantes vigilaban, entró en la caravana, roció el cuerpo del alemáncon la colonia y le prendió fuego, con el propósito de destruir posibles pruebas, según su propia confesión.

La investigación policial ha contado con la ayuda de la policía alemana que, a partir de los datos relativos a la matrícula y las características anatómicas del fallecido, pudo descubrir su identidad.

Las circunstancias de su muerte fueron determinadas por expertos un equipo de especialistas en incendios del Servicio Central de Policía Científica. Estos expertos descubrieron que el cadáverestaba maniatado y amordazado en el momento del incendio, así como que el fuego fue producido por un líquido inflamable.

Según la Dirección General de la Policía, este grupo de especialistas de reciente creación ha resuelto con éxito tres casos, incluidos este último, en los últimos dos meses. Uno fue el fallecimiento de una mujer que estaba ingresada en un sanatorio de Ciudad Real y otro, en Madrid, que permitió la detención de un hombre por provocar intencionadamente un incendio en su vivienda, en e que murieron su mujer y su hija.