Sin embargo, en una sentencia hecha pública hoy, el tribunal acuerda absolver a un tercer terrorista, Sebastián Echaniz, de dichos delitos por no estar acreditada su intervención en el atentado, lo que "produce una duda más que razonable, que impide la condena".

Según recoge el fallo, Letona y Zabarte, en cumplimiento de las consignas de ETA, obtuvieron en 1983 informaciones sobre posibles objetivos de sus atentados, entre ellas una referidaa un teniente de la Policía Nacional al que pretendían secuestrar en su garaje para intercambiarlo con presos etarras.

Una vez comprobados los datos, el 4 de mayo de ese año robaron a punta de pistola un vehículo en Bilbao, con el que se dirigieron, junto a un tercer etarra no identificado, al garaje del policía. Allí, escondidos, esperaron la llegada del teniente Julio Segarra.

Cuando éste iba a introducirse en su vehículo, los etarras le amordazaron con el fin de secuestrarlo. Sin embargo, una ez que tenían reducida a su víctima, entraron en el garaje el cabo de la policía Pedro Barquero y su esposa, María Dolores Ledo, que se hallaba en avanzado estado de gestación.

Al percatarse de la situación, el cabo hizo frente a los agresores con su arma reglamentaria, originándose un tiroteo durante el cual Letona disparó al teniente, al que mató.

Por su parte, Pedro Barquero recibió cuatro impactos que le produjeron la muerte mientras que su mujer, otros tres impactos, dos de ellos disparados on el fin de rematarla, muriendo ella y el feto.

Después de cometer el atentado, los terroristas huyeron en el vehículo robado en el que la policía halló una huella correspondiente a Letona. Por su parte, Zabarte tenía en el momento de su detención una pistola utilizada durante el atentado.