Con motivo de la celebración el 24 de marzo del Día Mundial de la Tuberculosis, BRN recordó que los retos de la tuberculosis siguen siendo mejorar el diagnóstico en población sin recursos e inmigrante, con tests rápidos y un buen estudio de contactos.

Además, el neumólogo en la Unidad de Tuberculosis Pulmonar del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), de Badalona en Barcelona e investigador de BRN, el doctor Zoran Stojanovic, añadió que otros retos se dirigen a atender de manera adecuada a esta población desfavorecida o que vive en zonas rurales y desarrollar nuevos fármacos antituberculosos, así como administrar nuevas combinaciones terapéuticas que permitan contrarrestar la tuberculosis multirresistente.

La tuberculosis es una infección respiratoria de notificación obligatoria, causada por la bacteria ‘Mycobacterium tuberculosis’ o bacilo de Koch, que se transmite por vía aérea. En 2018, se adoptó el objetivo de disminuir la incidencia de esta enfermedad en más de un 90% y su mortalidad en más de un 95% antes de 2035, pero se constató que estos objetivos tan drásticos ya no serán alcanzables y que se deberán fijar metas más realistas, sin dejar de luchar, resaltó el experto.

ENFERMEDAD LATENTE

“La tuberculosis, aunque parezca del milenio pasado, está muy presente y no siempre se piensa en ella, cuando aún es una de las causas principales de mortalidad mundial. Debemos ser capaces de darle un empujón similar al que se dio con la covid-19 para que, si no la podemos erradicar, al menos podamos mejorar sustancialmente el combate contra esta enfermedad”, subrayó el doctor Zoran Stojanovic.

En el mundo, hubo 7,5 millones de personas con un diagnóstico de tuberculosis oficialmente en 2022, lo que supuso un aumento del 16% respecto al año anterior (2021), gracias a mejoras en el diagnóstico que permitieron diagnosticar más casos. Por otra parte, 1,3 millones de personas murieron de esta patología, lo que supuso una mejora respecto a los años previos, en que la mortalidad por esta infección fue de 1,4 millones en 2021 y en 2020.

Asimismo, hay numerosos casos de coinfección de tuberculosis y VIH, todo ello según los últimos datos epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2023, ya que los datos tardan en colectarse y se publican al cabo de dos años.

CASOS EN ESPAÑA

En España, se notificaron 3.927 casos de tuberculosis en 2022, de los cuales 211 fueron importados y no se incluyeron en el análisis. La tasa de notificación de casos importados aumentó (5,37 casos por 100.000 habitantes en 2022 frente a 4,18 en 2021) y la de casos autóctonos también (7,83 en 2022 frente a 7,69 en 2021), lo que denota que esta enfermedad sigue circulante en el territorio, según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de 2022 (Renave).

“La mayor parte de los nuevos casos son importados y se presentan en personas procedentes de países con una incidencia muy alta de tuberculosis, como Pakistán, Marruecos, Ucrania y Rusia. A estos casos, hay que sumar los de tuberculosis autóctona, de personas que se contagian dentro del país, ya que el bacilo de Koch sigue circulando y, ante un brote, es crucial realizar un buen estudio de contactos para diagnosticar los casos de TB”, explicó el doctor Stojanovic.

Las comunidades con una tasa de notificación más alta fueron Ceuta (30,29), Cataluña (12,70), Galicia (11,67) y País Vasco (10,98). Las que tuvieron una menor tasa de notificación fueron Extremadura (2,56), Castilla La Mancha (4,29), Andalucía (5,46) y Asturias (5,47), según datos de RENAVE.

POR SEXO

En 2022, el mayor número de casos de tuberculosis se produjo en hombres (2.363 casos, 63,6% del total), con una razón hombre/mujer de 1,7. La tasa de notificación de tuberculosis en 2022 fue de 10,17 casos por cada 100.000 hombres, y 5,59 casos por cada 100.000 mujeres. La media de edad fue de 46,5 años en los hombres y de 46 en las mujeres, según Renave.

En Cataluña, en 2021 se notificaron 1.234 casos posibles de tuberculosis, de los cuales finalmente se diagnosticaron 969 casos (65,4% en hombres y 34,6% en mujeres). La incidencia fue de 12,5% por 100.000 habitantes, con un incremento del 15,7% respecto al año anterior y la edad media fue de 44,3 años en hombres y 44,5 en mujeres.

La precariedad social es un factor de riesgo para desarrollar esta infección y hay que incidir en atender a la población vulnerable, según el Informe anual 2021, de la Situación epidemiológica y pandemia de la endemia tuberculosa en Cataluña.

En este sentido, el neumólogo de BRN añadió que “la incidencia de esta patología sigue el mismo patrón en el mundo y en España. Se ha mantenido estable en los últimos años, con un ligero descenso, al no poderse diagnosticar y atender todos los casos por la covid-19, y posteriormente un repunte, por lo que la incidencia ha vuelto a igualarse a los tiempos previos a la pandemia”.