Las dos organizaciones indicaron que el Black Friday es poco rentable para los comercios tradicionales, que “no pueden competir contra las ingentes campañas publicitarias de grandes superficies y plataformas digitales, y que resultan perjudicados por estas prácticas comerciales impuestas”.

“Pero, en caso de que se quieran aprovechar estos días, las compras deben hacerse en el comercio de cercanía, para que el valor añadido se quede en el barrio y en los pueblos, beneficiando a toda la sociedad”, añadieron ambas entidades.

Para la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, es importante que “durante estas fechas señaladas por las grandes ofertas se compre de forma responsable y se apueste por el pequeño comercio”, para evitar así, “la caída de ventas de estos establecimientos que ven como las grandes corporaciones, a través de la venta online y de la liberalización de los horarios comerciales, compiten de forma desmedida contra los pequeños comercios”.

A juicio del presidente de CNAC, Pepe Galván, “la imposición de métodos como el Black Friday son perjudiciales para el pequeño comercio, que queda en una situación de supeditación a costumbres foráneas que benefician fundamentalmente a otras fórmulas comerciales”. Así, lamentó que “los comerciantes luchan de nuevo de forma desigual porque no pueden rebajar más los precios y porque les rompe el ritmo que vendrá en pocos días, con las compras navideñas”.

Por todo ello, las dos organizaciones lanzaron el slogan ‘No te REBAJES a las grandes plataformas’, con el que pretenden concienciar de que “la compra exclusiva en estas empresas multinacionales no deja beneficio en nuestra sociedad, ya que se trata de corporaciones que no tributan lo debido en España, que no crean las ventajas que se derivan del comercio local”.

En este sentido, pidieron que “en caso de adelantarse las compras navideñas a finales de noviembre, se tenga en cuenta la necesidad de favorecer al pequeño comercio, que está todos los días al pie del cañón, con multitud de problemas para mantenerse a flote compitiendo con gigantes que tienen su sede en Francia, en Estados Unidos o en paraísos fiscales”.

Finalmente, exigieron a las instituciones “una implicación firme en la defensa del tejido productivo local, que paga impuestos, que fija población al territorio y que reinvierte sus beneficios en el entorno”.