Nutrición y cáncer

El ayuno intermitente podría forma parte de los tratamientos contra el cáncer

MADRID
SERVIMEDIA

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) consideran que las estrategias dietéticas como el ayuno intermitente podrían formar parte de los tratamientos contra el cáncer, tal y como se abordará en el Congreso Internacional sobre Dieta y Cáncer que se celebra esta semana en el CNIO en colaboración con la Fundación “La Caixa”.

Los investigadores del CNIO y organizadores del congreso, Marcos Malumbres y Nabil Djouder, atribuyen a la dieta un papel cada vez más importante en el desarrollo del cáncer, e incluso exploran lo que se considera un “cambio de paradigma”: actuar sobre la nutrición “no solo para prevenir el cáncer, sino como intervención terapéutica”.

No se trata de curar el cáncer con la dieta, sino de complementar el tratamiento con estrategias nutricionales precisas. Como afirmaron Djouder y Malumbres, “es muy posible que a los tratamientos estándar contra el cáncer se vayan incorporando nuevas terapias basadas en la nutrición”.

Una de las que más atrae la atención de los investigadores es el ayuno intermitente, que fue abordado en el congreso por Rafael de Cabo, del National Institutes of Health de EEUU y Valter Longo, del Institute of Molecular Oncology de Italia y del Longevity Institute, de la University of Southern de California en EEUU.

DIETA DE LA LONGEVIDAD

Longo subrayó que “llevamos años estudiando estrategias que imitan el ayuno para combatir el cáncer, con buenos resultados; pasamos ahora a la fase en que los oncólogos empiezan a considerar su uso combinado con las terapias estándar”.

“Lo interesante es que parece funcionar con cánceres muy diferentes y en combinación con terapias distintas. Así que es un abordaje muy prometedor”, añadió.

Ya en su libro ‘La dieta de la Longevidad’, Longo aboga por el uso del ayuno intermitente tanto en la prevención de la enfermedad, como para complementar terapias contra el cáncer.

La investigación ya está aclarando qué pasa en las células durante el ayuno, y por qué esto puede ayudar a frenar los tumores. “Las células tumorales no saben parar su ciclo, están continuamente funcionando; las células sanas, en cambio, si les cortas la energía interrumpen automáticamente todos los procesos de división”, explicó De Cabo.

Como la quimioterapia se dirige sobre todo a las células que sí están proliferando, si se administra cuando el paciente está en ayunas su toxicidad afectará sobre todo a las células tumorales, y se puede incluso aumentar la dosis.

OBESIDAD Y CÁNCER

Por su parte, el jefe del Grupo de Metabolismo y Señalización Celular del CNIO, Alejo Efeyán, también subrayó el potencial terapéutico de la alimentación: “La dieta, y los genes que se activan el exceso de ingesta y la obesidad, están íntimamente relacionados con el cáncer. Podemos intentar tratar y prevenir el cáncer mediante estrategias nutrifarmacológicas, alterando la dieta y las funciones de los genes asociados. Pero aún tenemos mucho que aprender para hacerlo de manera efectiva”.

La observación de poblaciones humanas longevas y con baja incidencia de cáncer; los estudios con modelos animales para entender qué pasa a escala molecular; y los ensayos clínicos muy controlados son el tipo de estudios que han demostrado, a lo largo de los años, la estrecha relación entre dieta y cáncer.

“El organismo dedica un gran esfuerzo metabólico a procesar los nutrientes y almacenar los productos derivados, de los que obtenemos la energía”, explicaron Djouder y Malumbres.

“Alterar este proceso, o forzarlo en la dirección errónea durante años y años, provoca situaciones de estrés en las células que favorecen el que algunas se vuelvan pro-tumorales y, quizás junto con otros factores, contribuyan al desarrollo de un tumor”.

De hecho, los hábitos de nutrición están detrás de muchos de los tipos tumorales más frecuentes, sobre todo los gastrointestinales y los de mama o próstata, dependientes de hormonas.

(SERVIMEDIA)
25 Oct 2022
ABG/gja