La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada del concejal de Centro, Carlos Segura, visitó este lunes la plaza Mayor y su entorno tras la finalización de los trabajos de rehabilitación del túnel que conecta las calles de Toledo y Atocha con la calle de San Felipe Neri, que fue reabierto este pasado viernes.

Asimismo, tras concluir las últimas actuaciones en el exterior, la superficie de la plaza Mayor ya se encuentra totalmente despejada desde este lunes. La intervención, con una inversión de 862.000 euros, concluyó con una semana de antelación.

García Romero destacó que esta intervención “no solo mejora la seguridad de quienes utilizan el túnel”, de 593 metros de longitud, sino que también “preserva el valor histórico de la plaza Mayor”, uno de los espacios más emblemáticos de la capital.

MEJORAS EN EL TÚNEL

Iniciados el pasado 9 de junio, los trabajos de rehabilitación y mejora consistieron en asegurar la estructura del túnel y garantizar la seguridad de los vehículos que cada día circulan por él. Además, una vez garantizada la seguridad de las instalaciones interiores, el Ayuntamiento también aprovechó las obras para renovar el pavimento con aglomerado asfáltico, especialmente en las rampas, además de sustituir los paramentos y el techo, a través de limpieza y saneado de desperfectos, dadas las condiciones específicas de dichas instalaciones municipales.

Por otro lado, las obras también sirvieron para mejorar la información a los conductores que transiten por esta infraestructura, con la renovación de la señalética, e incluyendo sistema de geolocalización para servicios de emergencia y de conservación con la normalización aplicada al resto de túneles urbanos, medidas que facilitan que se pueda conocer en tiempo real la posición de los vehículos si hubiera alguna incidencia.

En cuanto al exterior, en la parte de la plaza Mayor que coincide con la huella del túnel, la intervención consistió en la retirada de adoquines, la demolición de la losa y la sustitución de las placas alveolares dañadas, que se tradujo en la instalación de una nueva losa de comprensión, la aplicación de una membrana impermeabilizante y la recolocación de los adoquines originales.