Según explicó el regidor madrileño, esta intervención se enmarca dentro de los compromisos de la actual Corporación de incrementar la infraestructura verde en la ciudad para contribuir a mejorar la calidad del aire y adaptar la capital al cambio climático. “Es un ejemplo de urbanismo sostenible, que supone un avance en la adaptación de la ciudad a los escenarios previstos de cambio climático”, manifestó.

Almeida informó que Calle 30 Natura supone una inversión de 30 millones de euros, que se desarrollará por fases. Inicialmente, se desarrollará un proyecto piloto, que comienza esta semana, con un presupuesto de 3.802.391,54 euros, IVA incluido, y el enclave seleccionado es la zona de la avenida de la Ilustración.

El regidor madrileño indicó que será en los muros de 400 metros de longitud de la M-30 que se sitúan entre la glorieta de Mariano Salvador Maella y la glorieta de Nueva Zelanda donde se va a implantar esta nueva masa verde.

El Ayuntamiento de Madrid iniciará la segunda fase de Calle 30 Natura en 2024. Con ella, continuará transformando en vegetal 100.000 metros cuadrados de hormigón de la M-30.

El alcalde comentó que esta iniciativa pasa por la mejora ambiental de la vía, pero también visual, ya que “la mancha verde que ganará terreno en la autovía acabará con las pintadas vandálicas que devalúan la imagen del municipio”.

Además, señaló que en los jardines verticales instalarán sensores de contaminación que permitirán conocer cuál es la captación de contaminantes de los paneles, especialmente de las personas que viven cerca o utilizan el entorno como peatones.

En este sentido, el primer edil explicó que, para poder acceder a las estructuras para su revisión y mantenimiento, “se contempla un sistema de paneles abatible de fácil acceso”.

Por último, valoró este proyecto que servirá para renaturalizar un espacio urbano “tan ligado a la movilidad”, lo que “contribuirá a mejorar la contaminación”. Almeida recordó pasan un millón de vehículos por la M-30 y destacó que estos paramentos vegetales “transformarán los muros” de esta vía.

El regidor madrileño destacó que este proyecto contribuirá a una “mejora estética y medioambiental” que, además, “nos permitirá combatir la lacra de los grafitis”. Por ello, Almeida auguró que los madrileños “agradecerán que no haya grafitis y sí cubiertas vegetales”.