Carabante ofreció declaraciones desde Ciudad Universitaria y explicó que Bicimad es "un modo de transporte para las personas de manera individual" y, por tanto, los riders "no pueden hacer ese uso económico que están haciendo".

Afirmó que se ha detectado un "incremento" y lo atribuyó a "las tarifas bajas" del servicio, que lo hacen "atractivo" para estos trabajadores. "Estamos trabajando junto con la EMT para ver qué posibilidades tenemos de impedir este uso que no está permitido por parte del Ayuntamiento de Madrid".

En ese sentido, apuntó a la posibilidad de una "tarifa específica para este tipo de actividad" para frenar esta tendencia que "tiene un perjuicio" para el usuario porque reduce la oferta de bicicletas para quienes quieren usarlas en sus "desplazamientos habituales".

El delegado relató que, por el momento, es algo que no se está "sancionando" y que "es muy difícil detectar ese uso" porque la Policía tendría que parar a los usuarios y demostrar que se está desarrollando una actividad comercial. No obstante, insistió en que se está valorando la posibilidad de implantar una tarifa distinta a la normal.