Durante su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en la Cámara Alta, Ayuso manifestó que “oponer la política a la ley y al diálogo es una falacia perversa, absurda y el camino a la tiranía”.

“Indulto quiere decir que te perdonan, amnistía quiere decir que el Estado te pide perdón, estas palabras no son mías, lo dice el portavoz de Puigdemont”, señaló al inicio de su intervención la presidenta regional. Denunció que Sánchez “quiere que España pida perdón a cambio de su investidura” y le reprochó que antes de las elecciones “prometió que no habría amnistía y hoy la promete para ganar siete votos”.

En este sentido, acusó al presidente del Gobierno de no dar la cara y afirmó que “el presidente de la Generalitat ha venido al Senado porque le convenía en clave interna para reforzar su partido frente al de Puigdemont”. “España ya no tolera más indignidad”, añadió, e insistió en que Sánchez “subasta España y las instituciones a cambio de unos meses o unos años más de presidente”.

Advirtió que “si esta indignidad triunfa pronto no habrá españoles” y recordó dos frases del intelectual Julián Marías en las que decía que “padecemos la opresión de las mayorías a manos de las minorías” y “no hay que intentar contentar a los que no se van a contentar”. “Vamos a decir claramente a los españoles lo que significa esta amnistía”, expresó tras criticar que al que discrepa dentro del PSOE “se le excluye y descalifica”. “Felipe González está mayor y es desleal, la sociedad civil catalana es un fantasma político y el que no cede es fascista”, remachó.

Además, Ayuso recalcó que “los votos de Puigdemont ridiculizan a Sánchez” y aseguró que los socialistas “saben y lo han dicho mil veces que la amnistía no cabe en la Constitución ni en ningún sistema democrático”. “Pero de repente ya no es así, ahora solo les queda limar la redacción de la ley para que sea lo suficientemente confusa y ambigua y engañar a sus propios votantes socialistas”, subrayó.

Insistió en que "el único motivo de la ley es conseguir los siete votos que necesitan para seguir en el poder" y se preguntó "qué más tiene que pasar para que entiendan que la convivencia de España está en juego". "Un Estado pacífico no es un Estado sumiso, se ríen de todos nosotros y ya está bien", sentenció. Se quejó de que "algunos socialistas históricos se han quejado de que ya nadie defiende su partido" y lamentó que "no hay amor a la patria en el separatismo".

"Cataluña, como Madrid, es de todos, pero ninguna de las dos regiones es disponible". Asimismo, pidió que cada español diga "donde pueda y cuando pueda que de ninguna manera consentirá que nos traicione precisamente quien se supone que está al frente del Ejecutivo de esta vieja nación llamada España".