Así lo afirmó en declaraciones a los medios de comunicación durante su visita a la nueva Oficina de Empleo de la Comunidad de Madrid, donde constató que el aborto en España es legal, pero remarcó que “tiene que ser seguro y, sobre todo, tiene que ser poco frecuente”.

En este sentido, recordó que en España se realizan más de 106.000 abortos al año, “uno de cada cinco en Madrid”, por parte de mujeres que “vienen de todas partes de España, especialmente de regiones gobernadas por la izquierda”.

Ayuso se preguntó si “queremos más” abortos en España o si esa cifra “nos parece poco”, porque “a mí me parece que es una cifra atroz y un fracaso como sociedad” y más en un país donde “faltan niños y políticas en positivo como estamos haciendo nosotros en la Comunidad de Madrid por el niño que está en camino y por las familias que necesitan tener más hijos en un país que envejece a esa velocidad”.

La presidenta regional comentó que “no se puede obligar a nadie ni se puede señalar a nadie por querer abortar”, pero “tampoco por no querer hacerlo”, por lo que “no puede ser señalado ni por sus familias ni por sus condiciones económicas ni por nada”.

En este sentido, continuó, “tampoco se puede obligar a un médico" a practicar o no un aborto. Por ello, Ayuso señaló que va a seguir aplicando el sistema que ha regido siempre en la Comunidad de Madrid: “El respeto y el anonimato de los profesionales que está amparado por la Constitución Española, la libertad de conciencia y que nadie pueda ser obligado a declarar sobre sus creencias”.

Se dirigió después a Sánchez: “Se lo digo porque hoy se ha dirigido a mí como la semana pasada en tono machito sobre el tema del aborto y le voy a explicar que soy mujer, que soy una mujer libre y que lo he sido toda mi vida, que he sufrido la pérdida de dos bebés”.

En este sentido, incidió en que ha sufrido “por desgracia el drama del aborto dos veces” y “sé lo que es”. Por ello, se preguntó por qué “tengo que recibir lecciones del presidente del Gobierno”. “¿Quién se cree el presidente de Gobierno para hablar en nombre de todas las mujeres, por todas?”, cuestionó.

Por último, criticó que también “se cree Dios para hablar en nombre de la vida con esa facilidad, con esa ligereza, con esa frivolidad”. Por tanto, “en España, las mujeres hemos pasado de las lecciones del franquismo a las lecciones del sanchismo”. “Enhorabuena a todos”, concluyó.