Así lo afirmó durante su intervención en la tercera y última jornada del XXI Congreso Nacional del Partido Popular, donde remarcó la necesidad de “devolver España a todos los españoles”.

La presidenta regional valoró que ser de Madrid “es una actitud, es un estilo callejero, bravo e inconformista, inquieto y muy vivo”, porque “no somos una sociedad subvencionada que viene a que le den las cosas”.

Por ello, destacó que, desde la administración, “gestionamos recursos” y “no sentimientos ni proyectos personales”, y siempre bajo una máxima: “las subvenciones son para que el que no puede y no para el que no quiere”.

Ayuso señaló que Madrid es la casa de “todo el que huye del comunismo y del socialismo desorejado”, que son los mismos que “ te expropian tu propia vida y te igualan en el desastre y la pobreza”.

De este modo, “de izquierda a derecha, en Madrid somos libres”, dijo y argumentó que “no hay dos personas iguales ni dos proyectos iguales”, por lo que reclamó “que nos dejen en paz” porque “no queremos ser iguales”. “Queremos ser iguales ante la ley y las oportunidades, que es lo que Sánchez nos está quitando”, criticó.

Por eso, “esta es la casa de catalanes, vascos, navarros, de aquellos ciudadanos de Europa del Este o del continente americano, que huyen del comunismo, de la tiranía y de la impunidad”, apostilló Ayuso.

La presidenta recalcó que a Madrid “se viene a prosperar, a crecer, a tener ambiciones y a ser valiente, como el que ha tenido que dejar su vida atrás, su tierra y su familia, en busca de esa libertad perdida”.

Por último, la presidenta de la Comunidad de Madrid constató que, desde que gobierna Sánchez, “España se ha convertido en un infierno fiscal y burocrático para pagar a los ofendidos a sueldo”, donde “el más inútil, desde cualquier administración, impone cualquier ocurrencia que se convierte en un lastre para las empresas o nos mete en un debate absurdo que se zanja con una subvención nueva”.