Ayuso se pronunció de esta forma tras asistir a un encuentro informativo con el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, que fue presentado por el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo.

Respecto a la convalidación de los decretos ómnibus, del paro y de medidas anticrisis, la mandataria madrileña reclamó con claridad que su partido vote en contra: “A este Gobierno, tal y como están haciendo las cosas, no le daba ni agua”.

“No estamos aquí para salvarles la cara cuando no están tomando una sola medida sensata, cuando cualquier ocurrencia y cualquier barbaridad lo pactan con sus llamados socios”, afirmó. Añadió que cada vez que el PP ha planteado pactos de Estado al Gabinete de Pedro Sánchez, “le ha escupido literalmente”.

“QUE SE BUSQUE LA VIDA”

Sostuvo que el Ejecutivo no puede recurrir a los populares “cuando no le salen los números”. “Que se busque la vida al Gobierno si pretende seguir estando secuestrado en manos de minorías que odian a España y que nunca se ponen a trabajar por el bien de todos”, remarcó.

Añadió que el Gabinete de Sánchez debe solucionar por su cuenta “los problemas que él mismo ha provocado: que se busque la solución él solito”.

Según la presidenta madrileña, Sánchez ha planteado un “muro antifascista” contra la oposición, por lo que deben apelar ahora a sus socios independentistas para que le ayuden a solucionar los problemas que él mismo está “provocando”.

Respecto a que Junts, partido que lidera Carles Puigdemont, pueda votar en contra de los decretos del Gobierno, Ayuso indicó que era “previsible”, puesto que estos socios del PSOE y Sumar no piensan “en el bien de España”, sino que buscan “salvarse para que todos los delitos que han cometido se borren”.

En cuanto a que el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera se reuniera en agosto pasado con miembros de Junts, la presidenta madrileña señaló que desconoce las “circunstancia” de los encuentros. Señaló que, a priori, “hablar con los partidos no tendría por qué ser nada negativo”, pero ella no tomaría “ninguna decisión que compete al conjunto de España ni a la soberanía nacional para beneficiar a estas minorías que no se merecen nada y que están haciendo tanto daño”.