Azcárraga sólo tramitará los expedientes ante el ministerio del Interior, si el propio José Luis Corcuera le garantiza que saldrán de la cárcel en breve plazo. El diputado vasco exige como prueba de buena voluntad gubernamental que se libere previamente a cuatro presos que se acogieron a la reinsrción en 1988.

Las presiones familiares para acogerse a las medidas de reinserción se han intensificado sobre los presos después del último atentado de ETA en el que murieron dos guardias civiles.

Joseba Azcárraga quiere transmitir al ministro del Interior los movimientos a favor de la paz, que se están registrando en las cárceles españolas entre el colectivo de presos etarras.

Para el parlamentario donostiarra "ha llegado el momento de ceder por todas las partes, a fin de solucionar un probema que, tarde o temprano tiene que terminar". "Si el ministerio del Interior no da garantías para agilizar los procedimientos, no tiene ningún sentido", precisó Azcárraga, "seguir mediando en este asunto".