Al término de la reunión, que se celebró a petición de Aznar, Mauricio dijo en rueda de prensa en el Congreso que ambos coincidieron en destacar la gran "fluidez de diálogo" que existe en estos momentos entre el Gobierno y Coalición Canaria.

Como ejemplo de este buen clima, el presidente le confirmó a Mauricio que se celebrará un Consejo de Ministros en Las Palmas el próximo mes de noviembre, que servirá para demostrar a los canarios laconsideración deferente que tiene el Gobierno central hacia su comunidad autónoma. "Ha mostrado un auténtico entusiasmo por la definición del Estado en Canarias", señaló.

Según explicó el portavoz de CC, Aznar le transmitió su deseo de seguir apostando por una gestión de "centro reformista", alejada de las presiones de los sectores más conservadores, en el marco de unos presupuestos "austeros" y con la seguridad de que se cumplirán los objetivos de Maastricht.

El jefe del Ejecutivo le expresó a Muricio su preocupación por la fortaleza actual de la peseta a causa de la recuperación económica. Sin embargo, confió en que esta circunstancia se vea compensada por una bajada de los tipos de interés tras la aprobación de los presupuestos.

En el transcurso del almuerzo, Mauricio dijo que le mostró a Aznar la satisfacción de Coalición Canaria por el trabajo que está realizando el secretario de Estado de Seguridad Social, José Carlos Aparicio, en relación con el "pacto de Toledo" sobre las pensiones. En materia de sanidad, Mauricio le trasladó la pretensión de su grupo y de CiU de que la ponencia parlamentaria trabaje en lo que queda de año en la solución del déficit del sistema sanitario, y en una segunda fase, que dure todo 1997, se acometan temas de más largo plazo.

Sobre cuestiones canarias, Aznar dio garantías de que su gobierno hará todo lo posible para que la Unión Europea dé carácter permanente al trato peculiar que da en estos momentos a Canarias por sus condiciones de insularidad y leanía del Viejo Continente.

Respecto a asuntos de actualidad como el GAL, Mauricio explicó que Aznar se mostró muy prudente y se limitó a señalar que había heredado una situación "compleja", pero que prefiere mirar al futuro y no al pasado.