Tras comparecer en el Congreso de los Diputados ante la Comisión del Pacto de Toledo, Aparicio aseguró que, a pesar de que la medida ha partido desde el Ministerio de Economía, "la hago mía", puesto que es "la culminación de un proceso que se inició en 1994 con el traspaso a las mutuas de la gestión la incapacidad temporal por enfermedad común".

Insistió en que es una medida "razonable", puesto que insiste en el control y la mejora de la gestión, por lo cual "está enmacada en lo que establece el propio Pacto de Toledo". En este sentido, confió en que el decreto del Gobierno no incida negativamente en el diálogo social, abierto recientemente.

Según Aparicio, la nueva medida trata sólo de dar a las mutuas los instrumentos necesarios para que puedan continuar con su labor y recordó que actualmente ya gestionan las altas y bajas en materia de accidentes de trabajo y enfermedad profesional, por lo que ahora se extiende al resto de bajas laborales.