Así lo indicó Bal en declaraciones ante los medios desde Mérida, donde celebró que inició ayer en Murcia su campaña de forma “exitosa” en un acto telemático en el que en “algún momento” llegaron a estar casi “200 compañeros” que le trasladaron que de nuevo tienen “ilusión” por este partido.

Asimismo, destacó que algunos afiliados le trasladaron cosas “no agradables” de escuchar, como por ejemplo lo “solos” que el partido había dejado a los afiliados y simpatizantes de Ciudadanos en “muchos lugares de España”. En este sentido, aseguró que su candidatura apuesta por “derribar” la “torre de cristal” donde se “ha asentado” la dirección del partido.

A su juicio, “no basta” con tener el teléfono abierto y esperar “que te llamen”, hace falta descolgar el teléfono desde la dirección de Ciudadanos y llamar a Badajoz para preguntar “qué está pasando en el Ayuntamiento con Gragera”, quien decidió dejar la formación liderada todavía por Inés Arrimadas y afiliarse al Partido Popular.

Asimismo, Bal insistió en que su objetivo es recuperar el “espíritu” de 2006 y “mirar hacia el futuro”, así como “no ser nunca subordinados” del PP. Al respecto, lamentó que se estableció el partido de Alberto Núñez Feijóo como “socio preferente” por la dirección, algo que hace que Ciudadanos tenga una imagen de “derecha” cuando es un partido de “centro”.

Al mismo tiempo, tachó de “chiste” que haya compañeros de su partido que estén diciendo que tanto él como el resto de miembros de su candidatura son “sanchistas”. “Quien quiera votar a la otra candidatura me parece magnífico, hay grandes compañeros”, agregó Bal, quien señaló que quien “verdaderamente lidera” esta lista es Arrimadas.